La ópera del siglo XXI se abre a Europa

En otra parada del fascinante empeño de la ópera por acercarse a las nuevas audiencias y afrontar los retos de un siglo XXI interconectado, el Palau de les Arts de Valencia ha programado mañana una velada que se podrá ver simultáneamente en ¡43! ciudades europeas. Las idas y venidas de la inmortal y muy libre Carmen se colarán, en un montaje interpretado por un elenco que encabezan Elina Garanca y Marcelo Álvarez, con la orquesta dirigida por Zubin Mehta y la dirección escénica de Carlos Saura, en teatros y plazas de 16 países.

Se trata de la segunda edición de Viva Europa, un evento artístico que se promueve dentro del Año de la Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. Y el salto adelante es excepcional. Si el año pasado una Valquiria, llevada a escena por La Fura dels Baus, reclamó la atención de ocho capitales europeas, en este, la noche será compartida por 43 ciudades (11 de ellas españolas). De Estocolmo a Francfort; de La Valeta (en Malta) a Ferrol.

"No creo en actualizar el repertorio", dice Carlos Saura

"En la misma Valencia se podrá ver, además de sobre las tablas del escenario principal del Palau de les Arts, en pantallas gigantes en el Auditorio y en la Plaza de la Virgen", explica Silvia Alonso, que participa en los asuntos técnicos de la organización.

"Es una experiencia mágica, la aplicación de medios actuales para retransmitir una ópera de hace tanto tiempo, solo puedo definirla de mágica", explica Carlos Saura, que ha dirigido el montaje en ocasiones anteriores ("Stuttgart, Spoleto, Florencia"), pero nunca "con esta difusión". "Hemos introducido novedades escénicas y coreográficas", añade Saura. Pero... ¿sigue siendo la Carmen de Merimée que Georges Bizet convirtió en uno de los arquetipos operísticos por excelencia un personaje válido para el siglo XXI? "No creo en actualizar las óperas. El trabajo debe ser más bien el de una revisión de los mitos al servicio del que realmente es el maestro en todo esto: Zubin Mehta".

Sea como sea, cuando el telón se alce mañana en Valencia la exigente audiencia operística, se multiplicará por 43. No le preocupa. "Cuando Carmen se estrenó en 1875", aclara Saura, "el público la detestó, la crítica consideró un fracaso total y Bizet murió al poco del disgusto. Y mira ahora". Ahora, su historia será un fantasma que recorre Europa.