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Reportaje:Talentos

La vida peligrosa del tío favorito

A sus 29 años, Renate Costa deslumbra en Berlín y Cannes con un documental sobre la homofobia en Paraguay

Gregorio Belinchón

En Paraguay, llamarle a alguien 108 es calificarle de "maricón". No de homosexual o gay. Sino de maricón, como insulto. El número se refiere a "la lista de los 108", el primer registro de homosexuales hecho durante la dictadura de Alfredo Stroessner, que duró 35 años, de 1954 a 1989. En ese listado de 108 nombres, Rodolfo Héctor Costa Torres aparecía en el puesto 41. Y por salir allí sufrió una vida de humillaciones, hasta que un día, ya en el siglo XXI, apareció sin vida, tirado desnudo frente a su casa.

"Mi documental es el retrato de un fantasma. Porque mi tío, aún muerto, está constantemente en todos los planos". Renate Costa, cineasta paraguaya de 29 años, recuerda perfectamente -y así arranca su filme- la llamada de su padre para anunciarle la mala noticia. "Me dijo que había muerto de tristeza". Decidió grabar todo el proceso de investigación, sus confrontaciones con su padre, que consideraba a su hermano alguien enfermo, un bicho raro, el único de la familia que no quiso ser herrero. De ahí el título del filme, Cuchillo de palo, una inmersión en una historia silenciada en Paraguay, en la represión -que aún hoy en día existe- de los homosexuales en un país "en el que a veces parece que nada cambió, a pesar de que hayan transcurrido 20 años del fin de la dictadura".

Renate Costa ha estado seis años rumiando la historia. Licenciada en Documental en la Escuela de Cine de San Antonio de Baños (Cuba) y en la barcelonesa Universidad de Pompeu Fabra, tras trabajar en varias series documentales decidió sumergirse en su relato familiar. "Mudarme a Barcelona hizo que fluyera".

Cuchillo de palo participó en el pasado certamen de Berlín y el viernes se proyectó en una sección paralela del festival de Cannes. "Queríamos priorizar Francia, pero nos llamaron de Alemania y decidimos no esperar. Al final, hemos podido compatibilizarlo". Más aún, el filme ganó en el prestigioso concurso de documentales del festival de Málaga y se proyectó la semana pasada en Documenta Madrid. "La película tiene que ver con conocer a mi padre, a toda su generación, y con ahondar en un tema familiar. He pasado por varios estados rodándolo". Se ve en pantalla: de cineasta enfadada ante un progenitor que habla de su hermano como alguien enfermo a hija compasiva. "Somos una sociedad muy dividida con respecto a los gays. A veces parece que nada cambió. Las viejas generaciones sienten vergüenza, entiendo que es complicado que cambien su mentalidad; mi generación está haciéndolo gracias al cambio político. Aún así, nos cuesta dejar de lado los prejuicios. Quería recuperar la dignidad de mi tío y, de paso, de todos los homosexuales paraguayos que sufrieron una vida clandestina y muy peligrosa".

¿Ha visto su padre Cuchillo de palo? "Sí. En Berlín dijo en un coloquio que era una historia muy dura, pero que era su realidad como hijo, hermano y padre". ¿Y se puede morir de tristeza? "En Paraguay se usa esa expresión para las muertes inexplicables. Una contradicción, porque mi tío era, sobre todo, alegre".

Renate Costa, de espaldas, en una de las entrevistas que aparecen en <i>Cuchillo de palo.</i>
Renate Costa, de espaldas, en una de las entrevistas que aparecen en Cuchillo de palo.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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