Clínica blindada para Carla Bruni
Entre falsas alarmas y alguna filtración, las medidas de seguridad se reforzaban ayer en torno a la clínica de La Muette, donde la primera dama de Francia, Carla Bruni, puede dar a luz en cualquier momento. Al cierre de esta edición, policías de paisano vigilaban la zona y prohibían a los coches detenerse en la entrada del centro. Desde el domingo por la mañana, los residentes tienen prohibido aparcar junto a la clínica, donde se encuentran ahora los vehículos de los agentes. La decena de periodistas apostados desde hace días en la zona tuvieron que retroceder ayer por la mañana un par de manzanas a la espera de la ansiada fotografía.
"Me hace gracia ver tanto revuelo hoy, porque acabo de oír a dos enfermeras que estaban haciendo una pausa decir que será mañana", comentaba ayer Catherine, una vecina del elegante distrito XVI parisiense, donde se encuentra el centro hospitalario, a poca distancia de la casa de Bruni. La cantante y exmodelo de 43 años aseguró que salía de cuentas el 1 de octubre, pero el Elíseo dice ahora que no es cuando cumple, según desveló el Journal du Dimanche. El propio Sarkozy pronosticó hace 10 días que el pequeño llegaría el fin de semana pasado, según recoge Le Parisien.
El mismo diario se hacía eco de las confidencias del mandatario durante su gira por el Cáucaso la semana pasada. "Mi mujer quería venir a Bakú, pero ¡habría sorprendido si nuestro hijo hubiera nacido aquí!", bromeó ante el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev. El día anterior, en el avión a Armenia, el futuro padre transmitió a los periodistas su preocupación porque el niño naciera durante su visita a Berlín: "Carla está deseando que llegue". El presidente no tiene previstos viajes al extranjero esta semana.
Mientras, los residentes y trabajadores de La Muette observan divertidos el movimiento en la clínica, donde ya dio a luz hace dos años y medio la entonces ministra de Justicia -ahora caída en desgracia- Rachida Dati. "Hoy hay mucha más seguridad que los últimos días", aseguraba ayer Chiara, una niñera que suele pasear por la zona. "Si pudiera le diría a Sarkozy ¡déjeme sacarle una foto al bebé y así la vendo y me hago millonaria!", bromeó.

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