Guerra en las galaxias por un casco

Una nueva guerra de las galaxias va a librarse a partir de hoy en un tribunal británico, escenario de la disputa sobre los derechos de autor de los trajes y cascos que lucían algunos de los personajes de la saga ideada por George Lucas. El director estadounidense encarna en este caso al Goliat dispuesto a impedir que un modesto empresario londinense haga negocio a costa de reproducciones de los atuendos más emblemáticos de la serie cinematográfica, incluidas las vestimentas del héroe Luke Skywalker y de los soldados del ejército galáctico.

En juego está un fabuloso negocio que ha procurado a Lucasfilm la friolera de 7.800 millones de euros en concepto de mercadotecnia desde el estreno de la serie en 1977. El ingeniero industrial Andrew Ainsworth, propietario de un negocio de atrezo para el celuloide en el barrio londinense de Twickenham, fue contratado a través de intermediarios para idear la indumentaria de aquellos héroes de ciencia-ficción que han reclutado a millones de seguidores en todo el planeta. Por su trabajó cobró tan sólo 40.000 euros de la época, aunque le abrió las puertas a nuevas superproducciones como Alien, para la que concibió a uno de sus más memorables monstruos. Hace tres años, Ainsworth recuperó de su almacén los prototipos de aquellas armaduras y cascos blancos, y decidió ponerlos a la venta. El éxito de la demanda se tradujo en la producción de réplicas, por las que se llegó a pagar 2.400 euros la pieza.

Los abogados de Lucas plantearon demanda por violación de derechos de autor y competencia desleal ante un tribunal de Los Ángeles, que se resolvió a su favor en 2006, con una multa de 13 millones de euros para el denunciado. Dado que Ainsworth es residente en el Reino Unido, los querellantes buscan ahora un dictamen del alto tribunal londinense que avale aquella sentencia pronunciada en Estados Unidos.