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Investigada la clínica inglesa que trata a los adictos famosos

El paraje natural de Osea Island, cuya conexión terrestre con la costa oriental inglesa interrumpen a diario las mareas, es conocido también como la sede de una clínica tan aislada como exclusiva dedicada al tratamiento de las adicciones. En su combate contra el abuso de las drogas o el alcohol, personajes tan conocidos como la cantante Amy Winehouse y el actor Jonathan Rhys Meyers han sido clientes de ese centro, que hoy afronta la amenaza de cierre al ver cuestionadas sus prácticas.

Desde el pasado marzo, el Causeway Retreat es objeto del escrutinio de las autoridades sanitarias, a raíz de la denuncia de los familiares de cuatro pacientes. El organismo que estudia tales alegaciones (Care Quality Commission) conminó a la clínica a suspender el registro de nuevos usuarios a la espera de la preceptiva investigación. No lo hizo y por ello se arriesga a ver clausuradas sus puertas, al menos temporalmente, tal como ha recogido ampliamente la prensa británica. El interés de medios tan dispares como The Independent o The Daily Mail se centra en la reputación del centro como lugar elegido por famosos que pueden sufragar los 11.000 euros semanales.

Estresados ejecutivos de la City figuran entre los adeptos de una clínica abierta por el productor musical Nigel Frieda, artífice del éxito del grupo femenino británico Sugababes. Allí pueden seguir "terapias innovadoras" para encarar los excesos con la cocaína, la heroína, el alcohol o la farmacología.

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