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McCartney predica lunes vegetarianos

El Parlamento Europeo se trajo ayer desde Hamburgo a Paul McCartney, estrella vegetariana del rock y del pop invitada a predicar las virtudes de la abstinencia de comer carne un día a la semana, como viene pidiendo la Iglesia desde hace siglos y recomienda la dieta mediterránea. Y todo en nombre del cambio climático.

"Menos carne = Menos calor", era la consigna de la jornada. "Degradación de suelo, falta de agua, enorme impacto sobre el cambio climático, contaminación atmosférica, pérdida de biodiversidad: la ganadería es uno de los dos a tres mayores contribuyentes a los problemas medioambientales", tronó Rajendra Pachauri, el científico indio y vegetariano que preside el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU. Pachauri y muchos otros hicieron de teloneros de Sir Paul, lamentando que un factor tan perverso para el cambio climático como es la ganadería haya pasado desapercibido de cara a la cumbre de Copenhague. Hasta Al Gore, gran gurú del asunto, se sumó a la fiesta con una carta leída por el ex beatle.

El cantante defendió ayer en Bruselas la campaña "Menos carne = Menos calor"

Al menos McCartney es vegetariano de larga tradición y ahora se suma al ecuménico combate de todos contra el cambio climático con la campaña "Lunes sin carne". Se le preguntó en conferencia de prensa sobre qué necesidad había de lanzar un tercer alegato anticarnívoro cuando la Iglesia lleva miles de años predicando la abstención (los viernes) y la dieta mediterránea está universalmente acreditada como una de equilibrio ejemplar. "Yo en el colegio no comía carne los viernes. Aunque no sabía por qué. Pensaba que algo que tenía que ver con la Iglesia. Ahora digo que hay una razón vital y es que hay que reducir las emisiones", dijo McCartney.

También se le preguntó si había reducido los miles de vatios de sus conciertos. "No se ha inventado el micrófono que funcione a velas", respondió. "Hago lo que puedo. Si usted no quiere que dé un concierto eso va a molestar a quienes me esperan esta noche en Berlín". Y hacia allí partió, dejando una espléndida huella de gases de efecto invernadero con sus vuelos Hamburgo-Bruselas y Bruselas-Berlín.

McCartney, durante su intervención ayer en el Parlamento Europeo.
McCartney, durante su intervención ayer en el Parlamento Europeo.REUTERS

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