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Ponga un famoso en su vida si defiende una causa justa

La ONU admite que sin la ayuda de las estrellas sus denuncias no se escuchan

"Es mucho más difícil conseguir impacto si no tienes alguien famoso que te apoye. Es la realidad de los medios de comunicación: se centran en las personalidades y no en los problemas, así que nos toca jugar con esas reglas. Si cuentas con una figura reconocida llegas a mucha más gente y la campaña es más efectiva". Alejandro Chicheri, responsable de Comunicación del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en América Latina, lo reconoce abiertamente: cuando hay famoso de por medio, la gente y la prensa habla de los problemas del mundo mucho más que cuando las campañas humanitarias se lanzan sin la ayuda de un rostro célebre.

Por ejemplo, la pasada semana las inundaciones que han desplazado en Pakistán a 20 millones de personas han vuelto a ser noticia no por la gravedad de la situación, sino porque Angelina Jolie, embajadora de buena voluntad de la ONU, se ha dado un paseo por allí.

El llamamiento de Angelina Jolie ha hecho crecer las ayudas a Pakistán
"No deberíamos recibir premios por hacer lo que se debe", dice Clooney

"No se trata de una crisis humanitaria, sino de una catástrofe económica y social. Cuanto más se done, más ayuda le llegará a la gente que lo necesite". Esta frase pronunciada por Angelina Jolie se ha repetido en cascada en cientos de medios de todo el mundo. ¿El resultado? Pakistán ha reaparecido en el mapa y probablemente las donaciones a organizaciones que tratan de paliar la catástrofe se multipliquen. De rebote, Jolie consigue que también se hable de ella. Pero, ¿hasta qué punto la actriz y otros famosos se prestan a estas labores para aumentar su presencia mediática y hasta qué punto lo hacen por altruismo puro?

"Me da mucho pudor. Uno no debería recibir un premio por hacer lo que debe hacer". Con estas palabras agradecía el actor George Clooney el reciente Premio Humanitario Bob Hope por su trabajo de concienciación respecto a la guerra de Darfur, el huracán Katrina, el terremoto de Haití o el tsunami de 2004. Y lo cierto es que cuando alguien tan premiado, conocido y acosado por la prensa del corazón como Clooney, Jolie o Antonio Banderas se embarcan en promover este tipo de causas, parece un poco ridículo pensar que lo hagan buscando premios o atención mediática, puesto que si hay algo que les sobra sin ni siquiera tener que pestañear es precisamente eso.

"Apoyar una campaña humanitaria no les va a hacer más famosos de lo que ya son. Por eso creo que cuando deciden colaborar lo hacen realmente de forma altruista", asegura Chicheri, que tiene en plantilla al futbolista Kaká y a la cantante Cristina Aguilera, entre otros.

Lo más probable es que la colaboración con organismos como la ONU o una ONG les añada una dimensión extra a su vida, algo que les enriquezca como seres humanos y que, en contraste con el mundo burbuja en el que se ven obligados a desenvolverse, les sirva para poner los pies en la tierra. Es posible que también haya famosos de segunda fila que se apunten a cualquier carro con tal de conseguir atención, pero en lo que se refiere a grandes estrellas como el actor Sean Penn, quien durante el huracán Katrina se dedicó a navegar por una inundada Nueva Orleans rescatando gente, ¿por qué habría que cuestionar el gesto generoso de devolverle algo a la sociedad que les ha encumbrado?

George Clooney lo resumía así: "Si tienes sobre ti un exceso de atención puedes dirigirlo hacia lugares que necesitan de verdad esa atención".

De arriba a abajo, George Clooney, embajador de la ONU; Angelina Jolie, en Pakistán, y Sean Penn, en Haití.
De arriba a abajo, George Clooney, embajador de la ONU; Angelina Jolie, en Pakistán, y Sean Penn, en Haití.REUTERS / GTRESONLINE

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