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Se llama Giulia Sarkozy Bruni

La primera dama emite una nota dando las gracias y el presidente asegura que su hija es "una alegría privada"

"Estoy muy emocionada por los numerosos mensajes de felicitación que recibo desde el nacimiento de nuestra hija Giulia", declaró ayer Carla Bruni a través de su página web -carlabrunisarkozy.org-. "En esta feliz ocasión, mi marido se une a mí para agradecer a todos los que nos enviaron estas expresiones de simpatía". De esta manera, la primera dama de Francia hacía una concesión pública a su reciente maternidad pese a que había advertido de que se trataría de un asunto privado.

Algo parecido le sucedió horas antes a Nicolas Sarkozy. Pese a haber advertido que no comentaría un asunto que considera de orden privado, el presidente francés no pudo evitar, en su primera aparición pública desde el nacimiento de su hija, manifestar su "profunda alegría". Eso sí, una felicidad "privada", insistió ayer el mandatario, durante una visita a una planta de reciclado en Mayenne, en el oeste de Francia. Antes visitó durante algo menos de una hora a Carla Bruni y a la recién nacida en la clínica parisiense de La Muette, donde permanecen ingresadas. "Hemos tenido la suerte de tener una gran alegría. Todos los padres pueden entender nuestra profunda felicidad, una felicidad aún más profunda porque es privada", dijo el mandatario cuando recibió felicitaciones por su paternidad. El presidente añadió que la madre y el bebé se encuentran "muy bien", y a pesar de que ha trascendido que su hija se llama Dalia, no ha querido confirmarlo: "Le dejaremos a la mamá el placer de contar cómo se llama".

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Al final no fue Dalia sino Giulia. La madre y la recién nacida abandonarán la clínica en las próximas horas. Eso sí, Bruni advirtió: "No voy a presentarla. No tendría ninguna utilidad presentar a una recién nacida".

Nicolas Sarkozy recibe un roble como regalo para su hija ayer en un acto oficial.
Nicolas Sarkozy recibe un roble como regalo para su hija ayer en un acto oficial.R. MAUVINIERE (AFP)

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