Alerta policial en Cádiz por dos presos fugados

Todos los cuerpos de seguridad de la provincia de Cádiz están alertados para que encuentren a dos presos fugados de la cárcel de Puerto III desde el pasado jueves. Los internos pudieron huir aprovechando una excursión programada al vecino municipio de Chipiona. Instituciones Penitenciarias ha negado que se trate de un fallo de seguridad en esta prisión gaditana, como ocurrió recientemente en la de Sevilla-1, donde dos fugitivos han podido ya ser detenidos en Lleida. Este organismo dependiente del Ministerio del Interior atribuye la huida a la confianza que se tiene a los presos que participan en estas actividades. Puerto III es también noticia por la muerte de otro recluso al ser aplastado por la puerta automática de su celda, según adelantó ayer el Diario de Cádiz.

Los reos, a punto de salir de prisión, aprovecharon una excursión para huir

Todo ocurrió en apenas 24 horas. El pasado jueves la cárcel portuense organizó una visita a Chipiona. Se trata de un viaje programado entre varios reos que están a punto de salir de prisión. Se trata, según detallaron ayer fuentes penitenciarias, de excursiones con las que los internos próximos a cumplir su condena se van aclimatando a la vida exterior. En un momento, dos de los reclusos se quedaron rezagados del grupo y salieron corriendo, sin que se les pudiera detener en ese momento. La Policía ha dictado una orden de busca y captura, que ha activado a agentes de la Policía Nacional, la autonómica y la local y de la Guardia Civil.

Sólo un día después otro suceso salpicaba al mismo centro penitenciario al aparecer el cadáver de un interno atrapado en la puerta de su celda. Según Instituciones Penitenciarias, los funcionarios se percataron de su ausencia después de comer cuando se hace el regular recuento en el patio antes de abrir, de nuevo, las puertas de las celdas. Cuando los trabajadores de la prisión fueron a revisar el interior de su estancia, descubrieron al interno con el pecho aprisionado por la puerta. El juzgado de Vigilancia Penitenciaria de El Puerto ha abierto una investigación para aclarar si se trató de un fallo técnico ya que las puertas, que se abren por control remoto, están diseñadas con un sistema que evita el cierre si detecta alguna persona, o que se trate de una muerte natural. El fallecido es de origen marroquí, tenía 31 años. Cumplía una condena de nueve años y medio de prisión por robo con fuerza.