Alí Lmrabet denuncia la falta de libertades en Marruecos

"Yo soy un informador, no soy un héroe". Allá por donde va en una gira europea que ha emprendido para agradecer apoyos y recibir un sinfín de galardones, el periodista marroquí Alí Lmrabet repite machacón que no le guía nada diferente al deseo de luchar en favor de la democracia y la libertad de expresión. Ayer, en Sevilla, lo repitió también en una intervención en la que denunció la falta de libertades de su país, las condiciones infrahumanas de la cárcel donde ha permanecido varios meses y la ausencia de un proyecto político para la sociedad: "La gente se está suicidando en el Estrecho". Lmrabet ha sido el único periodista que ha realizado esa travesía en patera como un inmigrante más.

Decidido a sacar una nueva revista a la calle -fue juzgado y encarcelado por ultrajar al rey desde una de sus publicaciones, lo que él siempre negó-, Lmrabet conserva un inesperado sentido del humor en alguien que acaba de recuperar la libertad y que ha estado a punto de perder la vida en dos huelgas de hambre. Mientras estuvo encarcelado sacó sus artículos a través de narcotraficantes que compartían prisión con él. Alí Lmrabet criticó ayer el papel de los servicios secretos marroquíes por no detectar el riesgo de un atentado islamista en Casablanca: "Estaban más ocupados en vigilar a los demócratas que a las personas que vivían en ese barrio".