Almacenamiento sin efecto
Los precios del aceite apenas se han movido desde que Bruselas anunció la implantación de este mecanismo
La Unión Europea aprobó ayer el reglamento por el que se activa el almacenamiento privado de aceite de oliva, un mecanismo que contempla ayudas para los productores durante un tiempo para retirar aceite del mercado y forzar así una subida de los precios en origen. El almacenamiento se prolongará durante seis meses y tendrá un techo de 100.000 toneladas de aceite de oliva virgen, excluyéndose por tanto el virgen extra. La Comisión realizará dos licitaciones, una primera en la que los interesados deberán presentar sus solicitudes entre el 19 y el 25 de octubre resolviéndose la adjudicación dos días después, y una segunda del 26 de octubre al 8 de noviembre.
A pesar de ser una medida largamente demandada por las organizaciones agrarias y la Administración, su aprobación formal por parte de Bruselas en vísperas del inicio de una nueva campaña oleícola se ha recibido con frialdad por el sector. De hecho, desde que se anunció el 29 de septiembre los precios en origen del aceite de oliva virgen apenas se han movido. Según el Sistema de Precios en Origen de la Fundación del Olivar, la cotización media ha sido esta semana de 1,75 euros, casi en el umbral de referencia que, en 1998, se estableció en el actual reglamento comunitario (1,71). Los productores piden elevar el precio de referencia hasta los 2,2 euros el kilo para cubrir los costes de producción. La consejera de Agricultura, Clara Aguilera, no ha ocultado sus recelos sobre este mecanismo: "Tal y como está configurado es totalmente ineficaz y no resuelve los problemas". No obstante, Aguilera no descartó ayer pedir que la medida se extienda al aceite lampante, el de peor calidad.
Aunque el almacenamiento persigue contener la oferta y subir los precios, Bruselas no oculta su temor de que la vuelta al mercado del aceite que se retire ahora coincida con el final de la nueva cosecha, lo que tendría un impacto negativo en los precios.
Una PAC "improductiva"
La propuesta de reforma de la Política Agraria Común (PAC) ha soliviantado al campo andaluz. Nadie entiende cómo Bruselas ha bendecido un modelo de ayudas que prima por igual la productividad que la simple posesión de tierras calmas o de barbecho. La introducción de la tasa plana o ayuda homogénea por superficie hace prever al Gobierno andaluz que se produzca un trasvase de fondos desde Andalucía a otras comunidades menos productivas, algo que ayer la consejera Clara Aguilera ya advirtió que "no tolerarán".
El secretario general de UPA, Agustín Rodríguez, fue más lejos al indicar que el modelo propuesto favorecerá a los especuladores, ya que desde 2002 -último año de referencia para los derechos históricos- el número de hectáreas que ahora podrá tener derecho a ayudas en toda España ha pasado de 16,8 millones a 24,9. COAG dijo que Andalucía puede pasar de tres a seis millones de hectáreas elegibles. El olivar, el algodón, el regadío o la ganadería extensiva son los sectores que, a priori, más perjudicados saldrán. En Jaén, provincia que acapara el 40% de la producción nacional de aceite de oliva, se teme que las ayudas, que ahora son de 430 millones anuales, se reduzcan a la mitad.
