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Análisis en "frío" de la encuesta

Lourdes Lucio

"No vamos a salir corriendo ni para un lado ni para otro". Esta es la tesis que defiende la dirección del PSOE de Andalucía ante la encuesta del IESA, conocida el viernes, que pronostica una ajustada victoria del PP sobre los socialistas andaluces de celebrarse ahora elecciones autonómicas. Aunque los socialistas niegan que se hayan encendido las alarmas rojas ni en el partido ni en el Gobierno -como algunos sí desean-, lo cierto es que la reacción un tanto displicente de los responsables del PSOE forma parte del comportamiento rutinario de este partido ante los sondeos, los buenos pero, sobre todo, los malos. La ejecutiva del PSOE analizará con "calma" y "frialdad", aseguran las fuentes consultadas, los datos de la encuesta que consideran un "toque de atención". No obstante, la primera reacción oficial ha sido la de minimizar los resultados del sondeo y poner el foco en los datos que le son más favorables como las respuestas a las preguntas de valoración de los atributos de los partidos. También han respirado hondo porque, según aprecian, no hay transferencia de voto del PSOE al PP, pero sí una desmovilización de su electorado que atribuyen a una "coyuntura política adversa" por una crisis económica que suma casi 900.000 parados en Andalucía.

Sin embargo, otros observadores creen que esa desmovilización está provocada no sólo por la magnitud de la crisis, sino porque el Gobierno andaluz y el PSOE están de "brazos caídos", por lo que creen necesario un "cambio de rumbo". "Ha sido muy llamativa la falta de presencia del Gobierno en las inundaciones o cómo han defendido el pago en solares de la deuda histórica", comentan.

Uno de los datos más destacados de la encuesta es que el cambio de Manuel Chaves por José Antonio Griñán al frente de la Junta no ha calado en el electorado (el 61% desea un cambio de Gobierno). Las personas que han hablado con este periódico se escudan en que "es lógico" que así sea porque Griñán lleva "sólo" nueve meses como presidente, dos menos cuando se hizo la encuesta.

Pero el que se evite cargar sobre Griñán la más mínima responsabilidad por el desapego del electorado socialista, no impide que haya una mayoría de dirigentes que reconocen que el Gobierno andaluz "no explica ni traslada bien" sus políticas. "Es un problema que hay que corregir", aseguran.

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