El Ayuntamiento de Granada comienza un ambicioso plan de peatonalización del centro
En 2004 cerrará al tráfico grandes calles como Recogidas con la oposición de comerciantes
El centro histórico de Granada se convertirá a lo largo de 2004 en terreno prohibido para los coches. El ayuntamiento, del PP, aprovechará este año (lejos de las elecciones municipales) para cerrar al tráfico grandes calles como San Juan de Dios o Recogidas. El objetivo, según el concejal de Tráfico, José Antonio Balderas, es que "nadie atraviese el centro en coche". El proyecto cuenta con la oposición de los comerciantes, que acusan al PP de "traición", pero Balderas parece decidido a sacarlo adelante, con el apoyo de sus urbanistas, heredados de la época del PSOE.
El ayuntamiento espera que termine la construcción de cinco aparcamientos en las entradas de la ciudad para cerrar todas las calles al tráfico. "Desde esos aparcamientos hasta cualquier punto del centro hay, como mucho, 15 minutos andando, que es una distancia asumible para cualquiera", sentencia Balderas. Los aparcamientos estarán listos antes de final de año, pero el cierre al tráfico comenzará por fases. Antes de final de enero, San Juan de Dios, una céntrica arteria, será sólo para taxis y residentes.
Junto al cierre en el centro, el ayuntamiento prepara una serie de vías rápidas alrededor del centro en el que el protagonista es el coche. Se trata de que siempre sea más rápido rodear el centro que atravesarlo. El tráfico es uno de los principales problemas de los granadinos, que soportan con resignación los continuos atascos. "Granada es una ciudad complicada, porque tiene muchas calles estrechas y con pocas salidas. Pero hay una cosa clara, una calle permanentemente atascada no sirve de nada. Es mejor cerrarla al tráfico", explica Balderas.
Es el caso de la calle Recogidas, una de las dos principales entradas al centro. "Antes de fin de año, sólo podrán pasar taxis, autobuses y residentes. No se trata de cerrarla completamente al tráfico porque es imposible", explica el urbanista que ha diseñado el plan, José Luis Cañavate. Cañavate explica que el cierre de la calle Tablas también es inminente. Con San Juan de Dios, Tablas es un flujo continuo de "tráfico perverso", el que utilizan los conductores que no residen allí, sino que las usan como paso. Además cambiará el sentido de muchas calles para que sean sólo de salida del centro.
Los comerciantes critican la iniciativa. El presidente de la federación Granadina de Comercio, Enrique Oviedo, amenaza: "Si el PP cierra al tráfico y estrangula a los comercios, los comerciantes, que le dimos la mayoría absoluta, no lo olvidaremos en las elecciones". Oviedo asegura que la peatonalización siempre se tiene que hacer con aparcamientos en el centro. Balderas resta importancia a las críticas. "Los comerciantes siempre se quejan al principio, pero a los seis meses ven que sus comercios funcionan y apoyan la medida".
Por eso el PP ha planteado la iniciativa este año, lejos de las próximas elecciones municipales. Cañavate asegura que cuando hace años ampliaron las aceras de Recogidas, los comerciantes estudiaron llenar las calles con pasquines con su foto: "Un año después, el metro cuadrado en la calle había duplicado su precio", afirma. Oviedo lo niega e interpela a Balderas: "Que se pregunte el concejal si los técnicos que le aconsejan tienen la ideología del PP".
Oviedo se refiere a Cañavate, un urbanista de prestigio internacional, formado en Holanda, que lleva en el ayuntamiento desde principios de los noventa, cuando gobernaba el PSOE. En una ciudad con cuatro alcaldes en cuatro legislaturas, el plan de Cañavate es de lo poco que ha permanecido estable. Según la corporación de turno el plan ha sufrido más o menos impulso. Ahora, el PP y contra pronóstico, ha abrazado la idea. "No sé si peatonalizar es de izquierdas, pero es lo mejor para la ciudad", sentencia Balderas. El objetivo final es que desde la facultad de Ciencias hasta el Paseo del Violón y desde Camino de Ronda hasta el Albaicín, sólo haya residentes. La superficie a cerrar es de 400 hectáreas, lo que convertiría a Granada en una de las ciudades con el centro peatonal más grande de Europa.
Un 'parking' en el casco
Uno de los problemas a los que se enfrenta el plan de peatonalización es el aparcamiento de San Agustín, situado en pleno casco histórico, junto a la catedral. Su presencia impidió cerrar al tráfico completamente las calle adyacentes. "Por cada plaza de aparcamiento en el centro hay cinco coches buscándola, entrando y saliendo", explica José Luis Cañavate, urbanista del ayuntamiento de Granada y asesor de municipios como Sevilla y Córdoba.
Por eso el consistorio presiona al aparcamiento para que, poco a poco, se convierta en un aparcamiento de residentes. José Antonio Balderas resalta: "Ese aparcamiento no tiene sentido. Tendrá que pasar a ser para residentes. Queremos que el centro sea habitable y las casas por la zona no tienen plazas de garage. A medio plazo, el aparcamiento tendrá que alquilar las plazas por meses".
Los comerciantes no sólo discrepan sino que piden un nuevo aparcamiento junto al de San Agustín, en la plaza de la Romanilla. El ayuntamiento asegura que ese proyecto es absolutamente inviable. La construcción de aparcamientos en el centro es uno de los errores históricos de los ayuntamientos en la década de los 80, según los expertos. La experiencia ha demostrado que cuantos más aparcamientos se construyen, más coches acuden al centro.
