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El Ayuntamiento de Sevilla acaba con 23 millones de superávit en sólo dos años

El Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por PSOE e IU, entrará en 2008 en números rojos y tendrá que afrontar en 2009 un plan de saneamiento integral. Así lo pronostican varios técnicos municipales consultados después de que el consistorio hispalense haya acabado en los dos últimos años con más de 23 millones que tenía de superávit. Si persiste esta negativa tendencia, las arcas locales presentarán al final de 2008 un déficit de entre cinco y 20 millones de euros.

El ayuntamiento disponía de 23 millones de euros como remanente positivo de tesorería al cierre de 2005, pasó a apenas cinco millones a finales de 2006 y el reciente cierre del 2007, aprobado en el pleno de abril, concluyó con apenas 56.000 euros.

A esta situación se ha llegado porque los gastos corrientes son muy superiores a los ingresos, debido fundamentalmente a los onerosos costes de personal -5.400 trabajadores con un elevado absentismo- y a la acumulación de intereses por numerosos préstamos hipotecarios. A ello hay que añadir el saco sin fondo que son la empresa municipal de autobuses urbanos Tussam, que pierde 50 millones de euros al año, y la sociedad de limpieza Lipasam, que pierde 17 millones.

Esta deficiente situación estructural se agrava, además, por las previsiones de ingresos poco esperanzadoras este año debido a la crisis del sector inmobiliario. Se recaudarán menos impuestos por la construcción de viviendas, licencias de obras y de apertura, así como de transmisiones patrimoniales. Tampoco crecerá la recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o del de Circulación debido al frenazo en la venta de automóviles.

El teniente alcalde de Hacienda, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, admite que han perdido 23 millones de superávit en los últimos años, aunque lo achaca en exclusiva a que no llegaron los ingresos previstos por culpa de la desaceleración económica.

Ahora bien, cree que serán capaces de invertir la tendencia y parar la sangría financiera porque este ejercicio han ajustado más los ingresos, han recortado los gastos y han aprobado un plan de saneamiento para Lipasam.

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"Creo que podremos cerrar con superávit", vaticinó. Con todo, afirmó que no sería "ninguna tragedia" si tuvieran que aprobar un plan de saneamiento integral que, según explicó, ya tienen ciudades de parecida dimensión a la hispalense, como Málaga, Zaragoza o Valencia.

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