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Reportaje:

La otra banda del pueblo

En los estudios de grabación La Kaleta Récords, dirigidos en Cádiz por el técnico Mario Alberni, el parto está a punto de consumarse. Después de 15 días de esforzada y calurosa gestación, un disco que será bautizado con el título Soñar la lluvia lenta comienza a cobrar vida. Sus padres se llaman Chico, Velo y Pablito Pez, tres jóvenes músicos procedentes de la localidad serrana de Prado del Rey que ultiman las mezclas con la impaciencia propia de las salas de espera de un paritorio. Su anterior producto discográfico, Ardes, supuso una auténtica revelación en esta comarca agrícola, próspera gracias al turismo rural y la producción textil en cuero, madrina del cante por peteneras y serranas. En apenas dos años y medio, Chico, Velo y Pablito Pez se han hecho con un prestigio entre sus vecinos que les honra sin dejar de sorprenderles. Les adoptaron como propios, como la segunda banda del pueblo. Sus conciertos nunca están vacíos de público, porque allí donde actúan un centenar de seguidores incondicionales va con ellos y corea de memoria, una tras otra, sus canciones. "Nos echan una mano con el transporte, animan todos los recitales -ya sea en Ubrique, Banamahona, Bornos, Villamartín...-, piden el disco en los bares y algunos hasta llevan consigo los libretos del mismo, para no perderse las letras", explica Chico. De hecho, la salida a la luz de Ardes no habría sido posible sin la cooperación económica de todo el pueblo. La carpeta del álbum reproduce, como en un publirreportaje, los logotipos de bares y fruterías, carpinterías y compañías de seguros, videoclubes y otros establecimientos comerciales, cada uno de los cuales aportaron entre 5.000 y 15.000 pesetas para financiar la edición. El cambio de gobierno municipal, que ahora encabeza el socialista Fernando Pérez Castilla, no ha hecho sino reforzar el compromiso de todas las instituciones del pueblo con este trío. Chico, Velo y Pablito Pez se ganaron el corazón de sus vecinos al plantear su primer disco como un homenaje al joven poeta local Salvador Velázquez Martín, fallecido en abril de 1997. El mismo día en que se cumplía un año de su muerte, los músicos grababan Ardes, un trabajo de difícil etiquetado, afín al llamado rock andaluz pero amigo de las fusiones, inspirado en las letras del malogrado escritor. Si la portada de aquella entrega fue obra del más destacado artista pradense, el escultor José Hinojo, el cuadernillo de Soñar la lluvia lenta se asemejará a un verdadero catálogo de arte, al incluir reproducciones del propio Hinojo, María del Carmen Vilches, Justo Rodríguez Chacón, Jesús Sánchez y Fernando Oliva, entre otros. Además, el grupo ha contado con la participación de poetas locales como Paco Pozo o Beslup, además de músicos invitados vascos, asturianos y andaluces. La formación del trío es tan desigual como sólida en su conjunto. Chico, el guitarrista, toca el saxofón desde los ocho años, y ha trabajado para bandas de música como la de Camas o la sevillana Soria 9; el batería Velo ha militado en un sinfín de grupos de la zona, y el cantante Pablito aprendió a tocar la guitarra con el flamenco Miguel Chamizo y estudia Musicología en Oviedo. En cualquier caso, la carrera ascendente de la banda no parece haberles llevado a la precipitación. No aspiran a verse inmortalizados con una estatua en la plaza del pueblo: "Tenemos letras para muchos años, hasta ahora las ideas no nos faltan y las ganas de seguir aprendiendo, tampoco".

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