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Hallan varios grafitos en un aljibe de un antiguo jardín de Cádiz

El oficial de la obra del aljibe del antiguo huerto de los franciscanos de Cádiz, Antonio Benítez, y su ayudante, Antonio Naranjo, han legado a la posteridad dos grafitos a carboncillo que fueron hallados el lunes por los operarios municipales que llevan a cabo las obras de reforma de la plaza de Mina en Cádiz. La firma de ambos aparece junto a una fecha, el 28 de agosto. Desafortunadamente, el tiempo ha jugado una mala pasada y ha borrado por completo el año, que podría corresponder al siglo XVI.

La imagen de una virgen y la de un velero de tres mástiles componen el hallazgo, cuya antigüedad analizan ahora los arqueólogos que, en principio, se inclinan porque corresponden a la segunda mitad del siglo XVI, cuando fue construido el convento. Los dibujos se encuentran en las paredes de un aljibe que descubre, a su vez, tres cámaras comunicadas entre sí, con una altura de cuatro metros, un largo de 6,5 y un ancho de tres metros y medio. Cada cámara está cubierta por una bóveda de medio cañón. El acceso a las cámaras está construido con un mortero cuyo color rojizo resulta perfectamente identificable. Los técnicos consideran que la conservación del mortero y de los propios dibujos ha sido posible al conservar el receptáculo un nivel constante de humedad. Por ello, tras limpiarlo y arreglarlo, se sellará de nuevo con una losa hasta que estén concluidas las investigaciones. La delegada de la Consejería de Cultura, Josefa Caro, sugirió ayer la posibilidad de que en el futuro pueda visitarse el lugar, una vez que los arqueólogos hagan la valoración definitiva y, matizó, "siempre que se tomen las medidas necesarias para seguir respetando y conservando ese patrimonio". Hasta el momento se conocía la existencia de otros aljibes menores en la misma plaza de Mina, aunque ninguno de estas características. El antiguo huerto franciscano perdió su uso a consecuencia de la desamortización de Mendizábal y a partir de 1836 se convirtió en plaza pública. Los arquitectos Torcuato Cayón y Juan Daura fueron los artífices del diseño de la misma y de la construcción del Museo Provincial, cuyo edificio ocupa el antiguo solar conventual, del que hoy sólo se conserva el claustro junto a la iglesia. Los arqueólogos aún no han precisado la fecha de construcción del aljibe y de la ejecución de los dibujos, ya que el convento fue reformado en los siglos XVIII y XIX. El Ayuntamiento tendrá que reformar el proyecto de remodelación de la plaza, ya que en la zona del aljibe estaba previsto construir un urinario público.

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