Cádiz, tierra de documentales
Inmigrantes y excluidos protagonizan las películas del festival Alcances
El retrato de una niña saharaui en sus primeras vacaciones en España. El deseo de una anciana iraní de viajar para visitar unos familiares. Los ejercicios de vídeo de unos niños en un taller audiovisual. Los poemas que escribe un mendigo en las calles de Nueva York. Los muros que separan civilizaciones y dejan decenas de muertos... Los argumentos de las películas a concurso de la Muestra Cinematográfica del Atlántico, Alcances, rebosan denuncias, acercan crudas realidades y remueven miserias diarias. El festival de Cádiz, con 41 ediciones a sus espaldas, agita conciencias en su apuesta por el documental.
A Ana Fernández, la actriz galardonada este año con el premio que concede la Asociación de Festivales Audiovisuales de Andalucía (Asfaan), el certamen le sonaba. Sabía de su apuesta decidida por el documental. Pero hasta esta edición no había podido acudir. Lo ha hecho precisamente para recoger este reconocimiento a su carrera. La actriz arrancó su carrera con Solas, por la que se llevó un Goya. "Entonces pensé que no haría más películas pero llevo ya diez años", confesó en su discurso de agradecimiento. "A Cádiz lo llevo en mi corazón desde una excursión que hice en el colegio y celebro este interés enorme por el documental".
Ana Fernández recibió el premio de los certámenes audiovisuales
Alcances, una idea de Fernando Quiñones, nació hace cuatro décadas para recoger las inquietudes cineastas de un buen número de intelectuales, deseosos de ver en la capital gaditana aquellas películas nacionales e internacionales que se salían de los circuitos más comerciales. Tendió después hacia el cortometraje pero finalmente viró hacia el documental como un intento de diferenciarse de otros festivales andaluces.
A la sección oficial, cargada de intensas historias sociales, se le añaden otras fuera de concurso con ciclos temáticos que tratan de atraer a un público diverso. A lo largo de esta semana de cine habrá 30 estrenos en España y monográficos dedicados a India, Estados Unidos, el fútbol, el periodismo o Carlos Saura, que será homenajeado el próximo sábado tras proyectarse en estos días algunos de sus documentales más admirados como Fado o Tango.
La sección oficial se abrió ayer con la proyección de Anás, una película india, de Enric Miró. Es la historia de un campeón de natación palestino marcado por el hallazgo de una cabeza cortada de una mujer. Participa como largometraje. También se podrá ver hoy en segunda sesión. Esta tarde se proyectará el mediometraje Asina, de Daniel Lagares, un retrato de las familias de Fuerteventura que viven todavía de sus actividades ganaderas en un territorio especialmente árido. Antonio Lobo y José Luis Tirado presentan también hoy su corto Ali Salem, arquitecto de la resistencia. Se trata de un acercamiento al conflicto saharaui, presente en otras películas a concurso, desde la visión de un arquitecto de varios edificios públicos, pero que tuvo que emigrar a España.
Inmigrantes ilegales al acecho de una frontera, numerosos hombres sin techo que tratan de ganarse como pueden la vida o madres-coraje que tratan de sacar a sus familias adelante son los protagonistas más habituales de las cintas que aspiran a llevarse este año la Caracola de Alcances, el premio con el que la muestra reconoce las mejores historias del concurso.
Para muchos, su propia proyección tras haber sido seleccionados entre 170 cintas, es el principal galardón.
