Cajasol hace números con las cajas de Badajoz, Extremadura y Guadalajara

Cajasol tampoco ha estado parada estos últimos meses en la búsqueda de socios con los que fusionarse, aunque fije para final de año sus posibles movimientos en busca de una mayor dimensión. Mientras Unicaja iniciaba una desenfrenada carrera por buscar una fusión, primero fracasada con la CCM, y luego bendecida con Caja de Jaén y, ayer, finalmente también con Cajasur, la caja sevillana se ha fijado en Extremadura y Castilla-La Mancha para ampliar sus fronteras y ganar tamaño. La teoría de las dos Torres -dos grandes cajas que hicieran sólido el sistema financiero andaluz- podría formularse si la entidad sevillana se hace fuerte en el oeste del territorio y Unicaja-Cajasur y Caja Jaén se hacen fuertes en el este.

La localidad pacense de Zafra fue testigo mudo hace pocas semanas de una reunión entre los presidentes de Cajasol, Caja Badajoz, Caja Extremadura y Caja Guadalajara. Sentados frente a frente y con cifras en la mano, los responsables de dichas entidades analizaron la posibilidad de una fusión a cuatro bandas que situaría a la resultante en los números óptimos que ha marcado el Banco de España, en torno a los 50.000 millones de balance. La nueva entidad dispondría una red de más de 1.340 oficinas, distribuidas en el centro, oeste y sur del país, con importante presencia en Portugal, y con una red que abarcaría más de 14 comunidades autónomas.

El análisis de las cifras constató además que la fusión no supondría algunos de los habituales problemas como el solapamiento de redes, servicios centrales, etc. La buena salud de todas ellas incluso permitiría la integración sin tener que usar ayudas públicas.

Cajasol, no obstante, está a la espera de consolidar su proceso de fusión y arrancar una nueva campaña comercial en el otoño., después de haber llevado a cabo una profunda remodelación de su cúpula directiva el pasado mes de junio. Las elecciones en Caja Extremadura, prevista para septiembre, podrían marcar el inicio del proceso de fusión.

Un proceso que ha sido inicialmente bendecido por los gobiernos andaluz y extremeño. Ambos presidentes, el andaluz José Antonio Griñán y el extremeño, Guillermo Fernández Vara, almorzaron juntos el pasado 7 de julio, en una comida en principio privada de la que luego se supo que tuvo sobre la mesa de diálogo la negociación del nuevo modelo de financiación.

Fernández Vara ha instado a las dos entidades extremeñas a iniciar un proceso de fusión una vez que se renovaran los órganos de gestión, proceso que en Badajoz finalizó a finales de junio con el nombramiento de Francisco García Peña como nuevo presidente en sustitución de José Manuel Sánchez Rojas. Para septiembre está previsto que Caja de Extremadura también renueve a su presidente, Jesús Medina.

Por su parte, en Andalucía, la fusión en siete días de Unicaja, Cajasur y Caja Jaén, ha dejado bastante satisfecho al Gobierno regional que no podría objeciones a este maridaje a cuatro bandas.