Cajasur eliminará oficinas y centra su negocio en Córdoba y Jaén

Cajasur lucha por mantenerse a flote ante la profunda crisis que afecta al conjunto de las cajas de ahorros, una crisis que la entidad cordobesa fundada por la Iglesia está sufriendo con especial saña. El plan de negocio que la caja ha presentado al Banco de España persigue reducir la morosidad, el gasto corriente, eliminar oficinas y redimensionar la plantilla que, desde hace años, se mantiene muy por encima de otras cajas de parecido tamaño.

Entre las estrategias que contempla Cajasur para soltar lastre se incluye también su repliegue del arco mediterráneo, por donde la firma se había extendido en los últimos años.

Así, la entidad piensa volver a centrarse en los cuarteles tradicionales de de Córdoba y Jaén, fundamentalmente, donde hay mayor peso de clientes. Por detrás de ellas, se situarían, por este orden, las provincias de Málaga, Sevilla y Huelva.

El consejo de administración aún no ha abordado posibles alianzas

Pero la presión de la crisis ha provocado en Cajasur, presidida por el sacerdote Santiago Gómez Sierra, un cambio mucho más profundo. Así, fuentes de la caja reconocen que ya no se descarta con la rotundidad de antes la fusión con otras cajas, un anatema contra el que ha luchado la Iglesia durante años y que fue origen de virulentos enfrentamientos entre la entidad cordobesa y la Junta.

Estas fuentes señalan que la Iglesia también ha llegado a la conclusión de que si el nuevo plan de negocio presentado al Banco de España no empieza a dar resultados en los próximos meses, la caja estaría abocada a un plan b, es decir, a afrontar una fusión.

Aunque este debate no se ha suscitado todavía en el consejo de administración de Cajasur, en el horizonte de las uniones se asoman las dos principales cajas andaluzas. Por un lado está Cajasol, con sede en Sevilla. Y por el otro, la malagueña Unicaja. En ambos casos, se trataría de fusiones complementarias, según las fuentes consultadas.

El plan b obligaría a afinar jurídicamente el papel de la Iglesia en la nueva entidad. En la actualidad, la Iglesia tiene en Cajasur, como entidad fundadora, seis sacerdotes en el consejo de administración. Y si algo ha procurado conservar la Iglesia, e incluso ampliar con el tiempo, es su poder en Cajasur.

Los mensajes que le han llegado a Cajasur tanto del Banco de España como de la Junta de Andalucía es que una alianza es la mejor solución si las nuevas medidas no empiezan a fructificar pronto. Lo que sí tiene claro el Gobierno andaluz es que si tiene que haber fusión, es mejor que sea con una caja de la comunidad.

De hecho, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha defendido en las últimas semanas que debe haber "alianzas estratégicas" entre las cajas andaluzas, pero que tienen que ser los consejos de administración los que decidan con quién se quiere hacer el matrimonio.

La situación de Cajasur, a pesar de que fuentes de la entidad subrayan que ha mejorado, sigue destacando por su dificultad. El último golpe proviene de la alta morosidad (el 7,9%, frente al 4,7% de la media de las cajas), que ha obligado a la entidad a ejecutar fuertes provisiones para enfrentarse a los créditos impagados. Todo ello ha provocado una fuerte caída del beneficio de un 90% con respecto al año pasado en el primer trimestre.

Para hacer frente a estos créditos impagados, la caja destinó 46,2 millones de euros para provisiones. No obstante, fuentes de la entidad defienden que su solvencia (su capacidad de hacer frente a los impagos y a la morosidad con los recursos propios,) está asegurada pues se sitúa en 9,33%, por encima del mínimo de 8% que exige el Banco de España.