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Chaves dice que desconocía el plan de Delphi para invertir en Tánger

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, aseguró ayer en Arcila (Marruecos) que desconocía los nuevos planes de inversión de la multinacional Delphi en la Zona Franca de Tánger, donde pretende construir una planta de producción de componentes de automóvil que dará empleo a entre 2.500 y 3.000 trabajadores, y que se ubicará a menos de un centenar de kilómetros de Puerto Real, donde Delphi acaba de liquidar su planta. Chaves afirmó que se enteró "por la prensa" del acuerdo de intenciones firmado entre el Gobierno de Marruecos y la multinacional estadounidense en Rabat, informa Efe.

Durante su participación en el foro euroafricano de Arcila, una localidad situada a unos 40 kilómetros de Tánger, el presidente andaluz precisó que si finalmente se construye la factoría "se va a dedicar a la fabricación de componentes que no se fabricaban en Puerto Real". Delphi firmó el memorando de intenciones con el Gobierno de Marruecos poco después de la clausura de su planta en Puerto Real, que ha supuesto la extinción de los contratos de más de 1.600 empleados directos y el cese de actividad de un buen número de empresas auxiliares que ocupaban a más de 4.000 personas. Si finalmente lleva adelante el proyecto de Tánger, esta planta se ubicará a menos de cien kilómetros de Puerto Real (Cádiz). La multinacional también proyecta otra planta en Rumanía.

Mano de obra 'competitiva'

El portavoz de Delphi en Europa, Steve Gaut, declaró un día después de conocerse la firma del acuerdo de intenciones con Rabat que no existe "ninguna relación" entre la decisión de salir de Puerto Real y las nuevas operaciones en Rumanía y Marruecos, según informó el diario económico Cinco Días. "Allí estábamos perdiendo dinero y los productos no eran estratégicos", agregó. Gaut señaló que las dos nuevas factorías tendrán cometidos distintos a la de Cádiz. La fábrica gaditana estaba encargada de manufacturar direcciones, suspensiones y rodamientos, mientras que la rumana producirá componentes para sistemas de motores diésel.

En la planta marroquí se elaborarán sistemas eléctricos para coches. "Un producto intensivo en mano de obra, por lo que Marruecos resulta muy competitivo", admitió Gaut. Según Cinco Días, los trabajadores marroquíes en la industria auxiliar de la automoción cobran entre 150 y 200 euros al mes, mientras que un empleado de la industria española de la automoción cuesta de media 2.870 euros brutos al mes.

"Desgraciadamente algunas multinacionales se instalan en países donde hay bajos salarios y donde hay precarias condiciones de trabajo", lamentó ayer Chaves. Estas condiciones, agregó, no son posibles en Andalucía: "Ni los bajos salarios ni las bajas condiciones de trabajo. Tenemos que apostar claramente en el campo de la competitividad y la productividad por el desarrollo tecnológico y por la investigación".

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