Días nublados para Isofotón

Isofotón, la principal compañía del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), dedicada al diseño y fabricación de paneles solares, atraviesa una borrasca con bajas ventas y fuertes deudas que amenaza con llevarse por delante a 250 de sus 750 empleados. La empresa, fundada en Málaga en 1981 y buque insignia de la innovación andaluza, planteó a principios de año un expediente de regulación de empleo temporal de 90 días al 95% de su plantilla y despidió a 22 trabajadores indefinidos. El objetivo era "adaptar la producción a la demanda", prácticamente paralizada por la crisis financiera internacional y la nueva regulación del mercado fotovoltaico. El ERE temporal abarcaba todo el año, pero a finales de junio "se han consumido el 85% ó 90% de los días de parada", aseguran fuentes sindicales. Y la situación apenas ha mejorado.

La Junta busca inversores, pero la compañía debe 240 millones de euros

La empresa confía en remontar cuando acabe la crisis financiera

Ahora los sindicatos afirman que la empresa pretende plantear otro ERE temporal que afectaría "a toda la plantilla hasta el final de año". Sin embargo, eso no es lo peor. Según los trabajadores, Isofotón pretende despedir definitivamente a 250 trabajadores antes del 31 de diciembre. En una reunión hoy a las 16.00 la empresa concretará las medidas al comité. Isofotón, que no confirma esta información, prefiere no realizar comentarios sobre sus intenciones "por respeto a los empleados, para que sean los primeros en enterarse de cualquier medida".

La empresa, propiedad del Grupo Bergé, contaba hace un año con 1.100 empleados, entre la factoría principal de Málaga y la sede central de Madrid. Tanto los sindicatos como la empresa reclaman a la Junta de Andalucía, antiguo accionista mayoritario, que vuelva a hacerse con un paquete de control. El Gobierno autónomo no parece, de momento, dispuesto a entrar en el accionariado, pero está trabajando para encontrar inversores. El principal obstáculo son los 240 millones de deuda que acarrea la compañía. Además, las ventas no acompañan: las previsiones de la empresa de colocar en el mercado entre seis y ocho megavatios de paneles solares al mes se han visto reducidas a apenas un megavatio mensual durante 2009, según fuentes sindicales. En los almacenes de Isofotón se acumula un stock al que parece imposible dar salida.

No obstante, la empresa opta por atrapar los escasos rayos de sol: "El mercado fotovoltaico, tanto internacional como nacional, recuperará su importante actividad una vez superada la crisis financiera. Esta tecnología sigue siendo un pilar básico de las energías renovables, que crecerán en el futuro", aseguran desde su departamento de comunicación. Isofotón no es la única empresa del sector que atraviesa turbulencias y espera salir reforzada de la recesión.

Los sindicatos consideran que la entrada de la Junta en el accionariado "supondría una mayor facilidad para refinanciar la deuda". "Hacemos placas solares con una garantía de 25 años; si un cliente va a hacer una inversión millonaria en un parque solar espera que la empresa que le suministre las placas no vaya a cerrar en el corto plazo. Queremos que se asegure la empresa para dar seguridad a los clientes", afirma Daniel Martínez, miembro del comité de empresa por CC OO.

Los sindicatos achacan en parte la mala situación a la "pésima organización" de la empresa. "No han organizado bien ni los turnos del ERE temporal para que el paro de un sector no obligara a parar al resto", aseguran fuentes sindicales. La crisis coincide, además, con la demanda que el actual consejero delegado, Ignacio Colmenares, puso contra el anterior, José Luis Manzano, al que acusaba de falsear las cuentas de la empresa. Los sindicatos creen que la denuncia buscaba "desviar la atención" sobre el ERE. En la dirección de la empresa no quieren hacer comentarios sobre esta demanda.