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Griñán pide a los socialistas la "misma voz" tras la "dura" derrota

El PSOE celebra el comité director 57 días después de las elecciones municipales

Lourdes Lucio

"Os pido un comité de militancia e ideas", aconsejó la secretaria de Organización, Susana Díaz, a todos los miembros del comité director del PSOE andaluz nada más ocupar ayer sus asientos. El mensaje fue parcialmente atendido -la exconsejera Evangelina Naranjo fue la voz que más fuerte tronó- no tanto por cumplir una orden, sino porque no hay cuerpo ahora mismo, ni ganas, ni es el momento, de buscar responsables en la única federación socialista que gobierna todavía en una comunidad (Euskadi es otra cosa) por la derrota electoral de las elecciones municipales del 22 de mayo. Griñán volvió a pedir a los suyos movilización, unidad y "una misma voz" para explicar lo que hace el Gobierno del PSOE.

Un total de 57 días han tardado los socialistas en convocar a su máximo órgano de decisión entre congresos -un retraso insólito en este partido- para analizar un resultado electoral "duro" como admitió el secretario el secretario general y presidente de la Junta, José Antonio Griñán. En su intervención reconoció sin tapujos el batacazo en las urnas, pero aparcó los análisis autocríticos. El PSOE está a las puertas de dos elecciones, generales y autonómicas, que pueden o no coincidir, y no es cuestión de debilitarse aún más, explican en este partido para justificar la anormalidad de no hablar en sus reuniones de las causas de la mayor pérdida de poder del PSOE de Andalucía de su historia.

Griñán partió del reconocimiento de la realidad. Tras el 22-M, señaló, se "han roto tres suelos" que los socialistas consideraban asentados: por primera vez en su historia no han sido los más votados; el voto socialista no se ha ido a la abstención o a la izquierda "sino a la derecha"; y la mayor movilización no ha beneficiado al PSOE sino al PP. El por qué se ha producido esta derrota la ciñó Griñán a la crisis económica y al "brutal" aumento del desempleo, pero también apuntó a la pérdida de influencia del PSOE en las grandes ciudades, aunque sin abundar en más detalles. Esta desafección la tienen detectada desde 1995, cuando el PP logró su primer triunfo en todas las capitales, pero ya se veía venir tras las elecciones locales de 1991. Desde entonces, los socialistas no han pasado de la fase del diagnóstico a la del tratamiento. Ayer Griñán esbozó una medida dirigida a recuperar la "pérdida de confianza" de las clases medias urbanas, al "convocar" a su partido a hacer propuestas en la conferencia política de otoño para una reforma fiscal más equitativa en la que el peso de los impuestos no recaiga sobre todo en los que tienen nómina.

"Cuidado con los mensajes que lanzamos", le replicó en el debate posterior, en la que ya no estaban los periodistas, el exconsejero y actual senador, Francisco Vallejo, crítico con la advertencia de Griñán de combatir el fraude fiscal sin apuntar dónde se estaba produciendo la fuga de dinero.

La mayoría de las intervenciones fueron dirigidas a pedir un rearme social, como reclamó el secretario provincial de Cádiz, Francisco González Cabaña, "mayor cercanía" (Manuel Gracia), "más coordinación" con los alcaldes (Antonio Gutiérrez Limones) y "más acción" (Teresa Jiménez). El secretario provincial de Córdoba, Juan Pablo Durán, también se preguntó si el varapalo del 22-M es sólo el primero. "Las elecciones han sido un gancho de derechas que nos ha tumbado. La gente nos pide que nos levantemos y a lo mejor es para darnos otro gancho", aseguran las fuentes consultadas que dijo.

También el secretario provincial de Jaén, Francisco Reyes, se preguntó si las 27 medidas que anunció Griñán en el debate de la comunidad no se podían haber tomado antes del 22-M.

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La voz de Evangelina

La exconsejera de Justicia Evangelina Naranjo dejó su escaño en el Parlamento andaluz en enero sin hacer ruido. Es secretaria general de la agrupación sevillana de Miraflores y ayer fue la única persona que habló en términos muy críticos de la catástrofe electoral socialista el 22-M. Según varias fuentes, Naranjo cuestionó el que el comité se hubiera celebrado dos meses después de "una derrota histórica", afirmó que las medidas anunciadas por Griñán en el debate de la comunidad si no se aplican "serán humo" y aseguró que la actual ejecutiva del PSOE andaluz dirige el partido como "una organización juvenil". También aseguró que los cuadros del partido "han olvidado a la militancia". Su intervención la inició con una dura frase: "Los malos resultados son responsabilidad de todos los que elegimos a esta ejecutiva", es decir, en el congreso que se eligió a Griñán secretario general.

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