_
_
_
_
_

Aguas de otro mundo

Si alguna vez hubo vida en Marte es muy posible que se manifestara en forma de microorganismos similares a los que hoy viven en las aguas del río Tinto (Huelva). Así lo creen los especialistas del Centro de Astrobiología, una institución científica con la que España acaba de incorporarse al grupo de países interesados en el estudio de posibles formas de vida en otros planetas. Y esta tesis también la comparten en la NASA, la agencia espacial norteamericana, que a comienzos de mes envió un grupo de expertos a este cauce onubense. Las bacterias, hongos, algas y protozoos que habitan en el Tinto son únicos en el mundo, y durante miles de años han sido capaces de sobrevivir en un medio hostil. Son criaturas "extremófilas", como las denominan los biólogos, adaptadas a condiciones extremas muy parecidas a las que reinaban en la Tierra cuando comenzaron a aparecer las primeras formas de vida.

Más información
Reserva contaminada

Es cierto que en numerosas minas, localizadas en otros países, existen aguas ácidas con metales en solución, y en ellas pueden encontrarse microorganismos similares a los del Tinto. Pero hay una serie de factores que convierten este río en un lugar único para el desarrollo de seres extremófilos. En primer lugar la longitud del cauce y la abundancia de agua, circunstancia que se ve favorecida por la rica capa freática de la zona. Asimismo, la temperatura, elevada, se mantiene más o menos estable todo el año y, sobre todo, las sustancias minerales que sirven de alimento a estas criaturas están presentes en grandes cantidades ya que la franja pirítica de Huelva es una de las más importantes del mundo.

"Nunca había visto nada parecido, el Tinto es un lugar increíble", asegura Carol Stoker, del Ames Research Center de la NASA. A juicio de esta planetóloga, que participó en programa Pathfinder de exploración marciana, "lo más interesante de este lugar es la abundancia de azufre e hierro, circunstancia que no es muy frecuente en otros puntos de la Tierra pero que, sin embargo, es la dominante en Marte". Por eso, razona, "si alguna vez hubo vida en el planeta rojo bien pudo ser un tipo de vida microscópica, capaz de aprovechar estos elementos químicos, y en este sentido el Tinto puede servirnos como modelo".

Stoker ha visitado el Tinto para analizar la posible colaboración de la NASA, tanto desde el punto de vista técnico como financiero, en un ambicioso proyecto de investigación, propuesto por el Centro de Astrobiología, para rastrear a fondo estos ecosistemas. Incluso se ha planteado la construcción de un robot capaz de examinar las zonas menos accesibles del cauce, en donde podrían encontrarse microorganismos desconocidos. En definitiva, se trata de ensayar técnicas que puedan ser útiles en la futura exploración de Marte.

Las peculiares condiciones del Tinto vienen siendo estudiadas por un equipo de la Universidad Autónoma de Madrid, dirigido por Ricardo Amils, catedrático de Microbiología. Él fue el primero en describir la rica biodiversidad que albergan estas aguas, aparentemente muertas. Hasta ahora se han localizado más de 800 hongos distintos, la mayoría sin clasificar, un centenar de algas, además de protozoos y bacterias que sólo cuentan con algunos parientes en volcanes submarinos. "O sea", explica, "que, en contra de lo que pudiera pensarse, hablamos de un sistema vivo, y bien vivo".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Comentarios y sugerencias a propósito de Crónica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_