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Hallados 20 cañones para defender Cádiz de los franceses

El puente Zuazo fue el límite de la España libre. Así lo recoge una placa colocada en este enclave histórico de San Fernando (Cádiz). Fue la frontera donde se paró el asalto francés en la Guerra de la Independencia. Y ahora 200 años después unas obras, la construcción de un colector, han permitido destapar una veintena de cañones preparados para la contienda, además de dos municiones de hierro. Las piezas, que hoy serán presentadas por las autoridades, han despertado un máximo interés puesto que harán tangible la celebración del bicentenario que en este municipio se prepara el año que viene para conmemorar el bicentenario de la reunión de las Cortes que prepararon la Constitución de 1812.

La bajamar y las excavaciones para construir un colector de agua entre San Fernando y el caño de Sancti Petri, cerca de las obras del nuevo tranvía que unirá la localidad isleña con Chiclana, han permitido sacar a la luz estos testigos de la historia. Pero no de una historia cualquiera sino del episodio bélico más célebre de la ciudad cuando se convirtió en emblema de temple y libertad y resistió el acoso francés desde el 10 de febrero de 1810 al 25 de agosto de 1812.

Hazaña bélica

Durante esos dos años y medio el ejército francés, con el mariscal Víctor al mando de 20.000 hombres, trató de entrar a la fuerza en la Isla. El puente Zuazo y sus baterías defensivas aguantaron la presión. El principal ojo del puente llegó a ser cegado para evitar el paso de los enemigos. Fue "el último baluarte de la independencia española", reza la placa conmemorativa.

En este escenario de batalla ha aparecido una veintena de cañones. El número no es preciso porque el recuento no ha terminado. En un principio, aparecieron 16 aunque ayer se aguardaba a que la nueva bajamar aportase nuevas piezas. Tienen entre 2,7 y tres metros. Según los arqueólogos que han supervisado las obras, se asemejan a los utilizados en la Guerra de la Independencia y su fabricación oscila entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. También han aparecido dos municiones. Se trata de masas esféricas de hierro colado de distinto calibre, entre 24 y 36 milímetros.

Expertos de la Delegación de Cultura de la Junta analizarán el estado de las piezas y decidirán su puesta en valor.

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