_
_
_
_
_

La Ley de Patrimonio prohibirá los detectores de metales

La nueva norma prevé un cuerpo oficial de inspectores

La nueva Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, que se prevé aprobar en el Parlamento autonómico el próximo 14 de noviembre, endurecerá las medidas contra los expoliadores y los que dañen los restos arqueológicos. La normativa prevé la creación de un cuerpo oficial de inspectores que velen por la seguridad de los yacimientos y eleva las multas máximas de los 600.000 euros actuales hasta el millón de euros.

Una de las medidas más llamativas que incluirá esta renovada legislación será la prohibición expresa de usar aparatos para localizar piezas del pasado. Los detectores de metales sólo se podrán usar en zonas determinadas, durante un período concreto y con autorización expresa de la administración. La Junta quiere acabar así con la tradicional imagen de los buscadores de metales rastreando el suelo de Andalucía.

Para los arqueólogos provinciales esta medida supone un firme paso adelante para proteger el patrimonio de la comunidad. "Es una práctica muy extendida y muy peligrosa porque existe la costumbre de llevarse de forma impune elementos que pueden ser muy valiosos", explica Ana Troya.

La Guardia Civil señala que los portadores de estos detectores son, sobre todo, jubilados o personas sin trabajo fijo que se dedican a buscar en yacimientos arqueológicos, en la playa o en el campo para robar piezas y llevárselas a casas o bien venderlas en el mercado negro. "No siempre consiguen grandes cantidades de dinero pero sí provocan un gran daño porque eliminan el contexto de los yacimientos", detalla la arqueóloga. La nueva ley endurecerá las sanciones a los portadores de estos aparatos. "El que se queda con una moneda se está quedando con parte de todos nosotros", sostiene su compañero Alfonso Pando.

En los últimos tres años se ha triplicado el volumen de informes que salen de la Delegación de Cultura sobre posibles afecciones arqueológicas. Aún así los destrozos y expolios se siguen produciendo. "Tratamos de llegar lo más rápido posible aunque hay veces que es demasiado tarde", lamenta Ana Troya. Los arqueólogos de la Junta disponen de un coche previsto para este tipo de actuaciones. Un vehículo preparado para los centinelas del pasado gaditano.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_