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Luchar contra molinos de viento

Las alegaciones presentadas por instituciones y colectivos de Cádiz piden al Gobierno que excluya la costa de Trafalgar del mapa eólico marino

No quieren molinos de viento en su costa. Los ayuntamientos de Vejer, Barbate y Conil, las cofradías de pescadores de estas dos últimas localidades gaditanas, las empresas almadraberas y colectivos sociales reunidos en una única plataforma han presentado ante la Secretaría General de Energía del Ministerio de Industria las alegaciones contra el mapa eólico, donde la zona entre Chiclana y Tarifa aparece definida como apta con condicionantes ambientales para la instalación de los molinos.

Daños irreparables en la pesca, el medio ambiente o el turismo son los principales argumentos para rechazar los aerogeneradores. El pasado 11 de enero cumplía el plazo dado por el Ejecutivo para presentar las alegaciones al mapa eólico.

En ellas, la Plataforma por la Defensa del Mar de Trafalgar exige que esa franja de la costa sea una zona de exclusión, "área que se debe excluir del proceso por haber sido identificados sus potenciales efectos ambientales significativos o conflictividad con otros usos del medio marino", según la definición recogida en el informe del Gobierno.

El detalle de esas alegaciones aluden a aspectos concretos. Desde Vejer se hace especial hincapié en el impacto visual de los molinos. Desde Conil y Barbate, la alerta se centra en las repercusiones en la pesca ya que esta zona se considera de crianza de especies y también es clave para el movimiento de atunes, que capturan las almadrabas. Los colectivos culturales y sociales avisan de los daños que los aerogeneradores pueden provocar en los restos arqueológicos subacuáticos y también llaman la atención sobre el "alto valor de un ecosistema único", de gran interés para buceadores.

Hay referencias a los conflictos que pueden surgir con la navegación o el movimiento de aves. El próximo 6 de febrero tiene previsto visitar esta comarca el secretario general de Energía, Ignasi Nieto, con el que la plataforma quiere reunirse para conseguir que Trafalgar se quede libre de molinos.

Sus miembros se suelen agarrar a las palabras del presidente de la Junta, Manuel Chaves, quien dijo que no habrá parques eólicos marinos sin consenso social. "Aquí sí hay consenso. Pero es el consenso del no. Todo han sido adhesiones a esta plataforma", defiende su portavoz. También la Diputación de Cádiz ha presentado alegaciones, que recogen la filosofía de las conclusiones del foro organizado hace casi tres años y que ya advertía al Ejecutivo de que no se estaba teniendo en cuenta la opinión de las entidades locales.

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El estudio del Gobierno rechaza que los molinos en el mar sean incompatibles con la navegación o el turismo, aunque sí reconoce que la fase de construcción de los parques conlleva la interrupción de la actividad pesquera y la de funcionamiento puede provocar una alteración de este trabajo. Aún así la zona de Trafalgar, tras analizar todos los aspectos, ha quedado establecida como zona apta con condicionantes ambientales. La catalogación que estas alegaciones buscan cambiar.

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