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Reportaje:

Lujo rupestre en Aldeaquemada

La Tabla del Pochico obtiene el distintivo de Itinerario Cultural Europeo

Ginés Donaire

Con apenas 600 habitantes, el pequeño municipio jiennense de Aldeaquemada, en el parque natural de Despeñaperros, presume de tener el conjunto más importante de arte rupestre de Andalucía. Una treintena de abrigos se dispersan por toda la vertiente sur de Sierra Morena con pinturas que hacen referencia, principalmente, al mundo de la caza. Las figuras naturalistas corresponden fundamentalmente a cérvidos aunque también aparece alguna cabra. El yacimiento principal, el de la Tabla del Pochico, es uno de los nueve destinos arqueológicos andaluces que han obtenido el distintivo de Itinerario Cultural del Consejo de Europa.

Cuevas como las de Ambrosio y Los Letreros en Vélez-Blanco (Almería), Doña Trinidad en Ardales (Málaga) y la de los Murciélagos en Sueros (Córdoba); abrigos como los del Engarbo en Santiago-Pontones y de la Cueva de la Graja, en Jimena, ambos de Jaén; el dolmen de Soto en Trigueros (Huelva) y el Tajo de las Figuras en Benalup de Sidonia (Cádiz), son otros sitios arqueológicos de referencia del arte rupestre de Andalucía que han obtenido este distintivo. Se trata de un reconocimiento para estos destinos prehistóricos donde las primeras expresiones artísticas desarrolladas por el hombre en cuevas, abrigos, afloramientos rocosos y estructuras megalíticas constituyen un referente de su pasado común.

Tras las actividades forestal y cinegética, las pinturas sustentan la economía

"Los abrigos rupestres nos ayudan a potenciar el turismo rural, que centra, tras la actividad forestal y cinegética, la principal vía económica del municipio", resalta Manuel Fernández, alcalde de Aldeaquemada, localidad que ofrece la visita a través de guías turísticos. La importancia del yacimiento de la Tabla del Pochico, descubiertas en 1914 por Juan Cabré, es que acoge, por igual, pinturas del arte levantino y el arte esquemático. Las primeras de ellas, de las que se contabilizan 69 yacimientos en Jaén, Almería y Granada, están declaradas desde 1997 Patrimonio de la Humanidad.

Precisamente, todos estos yacimientos se han agrupado este verano en la Asociación Arte Rupestre del Arco Mediterráneo-Patrimonio Mundial. Este colectivo engloba a seis comunidades autónomas que concentran un conjunto de 727 conjuntos rupestres, abrigos rocosos, cuevas, covachas o barrancos en los que se ha encontrado alguna representación figurativa que van desde trazos geométricos a escenas de caza, recolección, danza o guerra, incluyendo figuras humanas y de animales. "Lo que queremos es agruparnos para cumplir con las obligaciones y el compromiso que tenemos con la Unesco, es decir, la conservación de este patrimonio y su puesta en valor", explica Sebastián Lozano, gerente de la Asociación de Desarrollo Rural del Condado que ha impulsado esta asociación de ámbito estatal.

El deficiente estado de conservación es la principal amenaza de muchas de estas pinturas rupestres, en parte porque se trata de bienes dispersos y expuestos a la acción del hombre. Una amenaza de la que se salvan los abrigos rocosos del municipio de Santisteban del Puerto, del arte esquemático. "Son pinturas que están intactas, al igual que su entorno, por su difícil acceso", destaca Lozano.

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Pinturas en el abrigo de Vacas de Retamoso.
Pinturas en el abrigo de Vacas de Retamoso.JOSÉ MANUEL PEDROSA

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