_
_
_
_
_

Mafiosos irlandeses huidos reanudan su actividad delictiva en Málaga

Tres 'narcos' de ese país han sido tiroteados en la Costa del Sol en un año

Juana Viúdez

"¿Quieres comprar cocaína? Preséntame a tu familia primero". Quien se atreve a traficar con cocaína pone su vida y la de sus seres queridos como aval. "Para vender hachís hacía falta enseñar el cargamento y ver el dinero. Con la coca todo es mucho más fragmentado y las relaciones comerciales se vuelven personales", explica un mando policial bregado en la lucha contra la droga en la Costa del Sol.

Una vez que el interesado contacta con el vendedor, tiene que enseñarle su casa y presentarle a su mujer. Pasado un tiempo, podrá reunirse con otra persona que le hará llegar la mercancía, que debe pagar en tres meses. Si no consigue el dinero, recibe el primer aviso. "Pueden ser tres tiros a los pies", dice el policía. Si sigue sin tener liquidez o traiciona al distribuidor, puede acabar ametrallado.

En el último año tres irlandeses con pasado mafioso han sido víctimas de tiroteos en la Costa del Sol, el último hace apenas una semana. Richard Keogh y Paddy Doyle, ambos en la treintena, murieron acribillados. Peter Mitchel, de 39 años, se libró por poco. Se escondió entre las mesas de un bar y sólo le alcanzaron tres balas. Los tres se habían refugiado en Málaga huyendo de venganzas de barones irlandeses del narcotráfico. Una vez en España no abandonaron la delincuencia.

Keogh cayó la noche del sábado 24 de enero después de reunirse con un hombre, al parecer sudamericano, en un bar de Benalmádena. A la cita también acudió su mujer. Cuando caminaba por la calle, se le acercó un Honda Civic desde el que le dispararon hasta en 10 ocasiones. El contacto de Keogh acabó detenido por una reclamación judicial por tráfico de drogas.

"Para comprender las muertes de aquí, hay que estudiar primero lo que pasa allí", sentencia el agente. La policía irlandesa cree que Keogh era una figura destacada del tráfico de drogas en la isla y que en el último año se había dedicado a comprar cocaína a distribuidores internacionales en España para después venderla a sus contactos irlandeses.

Los investigadores tratan de determinar si el atentado está relacionado con distribuidores de droga asentados en la Costa del Sol o si le alcanzó su pasado. Keogh dejó Irlanda después de que unos sicarios intentaran asesinarle a él y su familia en noviembre de 2007. Aunque la Garda (policía irlandesa) detuvo a un sospechoso, Keogh rechazó señalarlo en la rueda de reconocimiento, según publicó The Irish Times. Puso su casa en venta y se instaló en la Costa del Sol.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"Aquí tienen redes para empezar de nuevo, la colonia inglesa e irlandesa forman un todo. Sus núcleos residenciales, sus bares, sus dardos...", explica un inspector jefe en segunda actividad. A todo esto se añade que para un británico es muy fácil pasar desapercibido. Hay casas que se alquilan por meses o por días, y a los vecinos no les extraña otra familia más con las mejillas quemadas por el sol.

Pero la costa malagueña, bautizada "costa del crimen" por los medios sensacionalistas británicos, también tiene un pasado delictivo. "Aquí han recalado miembros del IRA, vinculados también con redes de narcotraficantes, y las bandas también han ofrecido servicios de protección de bares", coinciden varias fuentes.

"España se ha convertido en el mercado central de la droga al que vienen todo tipo de delincuentes internacionales. A veces la comparo con las lonjas de pescado a donde acuden productores, distribuidores y comerciantes", explica Alejandra Gómez Céspedes, criminóloga de la Universidad de Málaga. El último informe de Agencia de Investigación contra el Crimen Organizado del Gobierno británico (SOCA en sus siglas en inglés) subraya que la cocaína llega al Reino Unido a través de traficantes que la compran en España.

Los medios británicos reconstruyen al detalle la vida y obra de cada traficante tiroteado. "Paddy Doyle fue el sexto delincuente irlandés muerto en los últimos ocho años", recoge The Independent.

Doyle, de 27 años, fue víctima en febrero de 2008 de una encerrona a las afueras de Estepona. Le dispararon a plena luz del día, desde un todoterreno BMW. Cayó al suelo con cuatro balas en el cuerpo. Su acompañante, también vinculado al crimen organizado, escapó ileso. Un día después, la policía detuvo a siete personas, seis de nacionalidad británica y una irlandesa, con 155 kilos de cocaína. El cargamento se vinculó con el asesinato, pero el autor de los disparos no estaba entre los apresados. Según la policía irlandesa, Doyle se peleó con el hijo de un mafioso ruso asentado en Málaga.

En agosto, Peter Mitchell, de 39 años, escapó de un trance similar en una cafetería de Puerto Banús. La policía irlandesa vincula el tiroteo con la banda de narcos de John Gilligan, a la que Mitchell perteneció.

Un policía inspecciona el coche tiroteado donde un joven inglés apareció muerto hace un año.
Un policía inspecciona el coche tiroteado donde un joven inglés apareció muerto hace un año.ALEX ZEA

Las últimas víctimas de los "ajustes de cuentas"

- Richard Keogh. Falleció tiroteado el 24 de enero en Benalmádena. Tenía 30 años y era padre de cuatro hijos. Estaba buscado en Irlanda.

- Peter Mitchell. 39 años. Recibió tres disparos que lo dejaron malherido el pasado verano en Marbella. Vinculado a una banda de narcotraficantes.

- Paddy Doyle. Murió acribillado en una emboscada en Estepona en febrero de 2008. Tenía 27 años. Su acompañante salió ileso.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juana Viúdez
Es redactora de la sección de España, donde realiza labores de redacción y edición. Ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario Málaga Hoy y en Cadena Ser. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_