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María José esquiva las secuelas de la espina bífida

El Virgen del Rocío opera con éxito a un feto con una grave malformación

Reyes Rincón

El Programa de Medicina y Terapia Fetal del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla ha realizado ya con éxito 17 intervenciones de cirugía fetal abierta. Los resultados de la última, llevada a cabo en diciembre, pudieron comprobarse ayer personalizados en María José, un bebé de seis meses afectada por espina bífida que, gracias a la operación a la que fue sometida un mes antes de nacer, ha evitado algunas de las complicaciones derivadas de esta malformación, como el desplazamiento del tronco cerebral o la hidrocefalia.

La consejera de Salud, María Jesús Montero, acompañada del equipo responsable de la intervención, presentó los datos de la operación y el balance de los cuatro años del Programa de Medicina y Terapia Fetal. De los 17 casos abordados, 14 corresponden a procedimientos de los llamados exit, en los que la intervención se realiza momentos antes de nacer, con el bebé aún conectado al cordón umbilical. Los otros tres fueron operaciones durante la gestación para tratar espinas bífidas, como el caso de María José, a la que operaron a la semana 26 de gestación y con 900 gramos de peso.

En la intervención participaron alrededor de 20 profesionales

Cuando les dijeron que el bebé presentaba espina bífida (una grave malformación del sistema nervioso que deja abierta la columna vertebral) sus padres, que viven en Venezuela, consultaron sin éxito a médicos de su país hasta que en un centro la derivaron al Virgen del Rocío.

En la intervención participaron alrededor de 20 profesionales. La madre fue sometida a una operación similar a una cesárea y, una vez que los médicos tuvieron acceso al feto, le anestesiaron y le corrigieron los defectos que presentaba en la piel por la médula espinal y en el tubo neural (la estructura de la que surge el sistema nervioso central). Después, volvieron a cerrar el útero y el abdomen de la madre para que continuara la gestación.

El doctor Javier Márquez, uno de los responsables de la operación, aseguró ayer que el estado de la niña "es de casi normalidad clínica", con la duda de si la pequeña será capaz en el futuro de controlar sus esfínteres, una de las secuelas habituales de la espina bífida. Si no se hubiera operado, según Márquez, la niña probablemente tendría "defectos severos en las piernas e hidrocefalia".

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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