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Moreno justifica la rectificación por el clima de crispación en el sector público

"Decir que lo hemos hecho todo bien sería bastante absurdo", dice la consejera

Lourdes Lucio

La palabra "rectificación" es muy poco usada en el vocabulario político porque entre otros conceptos, implica el reconocimiento de un error. Ayer sí la usó la consejera de la Presidencia y portavoz del Gobierno, Mar Moreno, para explicar el embrollo en el que sin imaginárselo, como admitió, se ha zambullido el Ejecutivo autónomo con el decreto de ordenación del sector público. Moreno afirmó que "en la forma y en el cauce" estaba "totalmente de acuerdo" en reconocer que se había rectificado, aunque en el fondo no se había cambiado nada sustancial del texto.

Y es que el Consejo de Gobierno aprobó ayer el nuevo decreto ley del sector público, en el que se incorpora los acuerdos alcanzados con Comisiones Obreras y UGT con los que se refuerza de manera palmaria que los derechos de los trabajadores de la Junta de Andalucía se mantienen como están.

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Sin saber muy bien cómo, el Gobierno se ha visto asediado por las protestas de los funcionarios, se le acusa de querer "enchufar" a los trabajadores de las empresas instrumentales de la Junta -que no son ni empleados públicos ni funcionarios-, y desde el PP, además, se juega a la confusión reprochando al Ejecutivo que privatiza servicios, cuando en realidad son convenios concertados con determinadas empresas.

El decreto da un paraguas legal a la fusión de 111 empresas públicas en 14 grandes agencias y se refuerza el papel de los funcionarios como "autoridad pública" a la hora de tomar decisiones. Ninguno de los convenios de los funcionarios, de los empleados públicos y de los trabajadores de las empresas se modifican.

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"Decir que lo hemos hecho todo bien sería bastante absurdo", afirmó la consejera de la Presidencia. El decreto va a ser convalidado mediante un proyecto de ley en el Parlamento a partir de febrero y eso significa dos cosas: que se abrirá la negociación con los sindicatos y que todos los grupos parlamentarios podrán presentar enmiendas. "Se está generando un clima de crispación que no es positivo ni para el Gobierno ni para los funcionarios", admitió la portavoz.

Los socialistas creen que el debate en el Parlamento resultará clarificador. "El Partido Popular se va a tener que subir a una tribuna a defender su modelo. No basta con criticar y si no lo presenta escamotea su modelo", subrayó Moreno. Esta acusó al PP de "mentir" y "manipular" el contenido de la reforma.

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