_
_
_
_
_

Muere en su casa de Almería una mujer tras ser apuñalada

El llanto de una mujer sobresaltó en la madrugada de ayer a los vecinos del número 8 de la calle Rodrigo Vivas Miras de Almería. Después, el silencio se adueñó de este inmueble del barrio de El Zapillo y perduró hasta alrededor de las 2.40, cuando una de las inquilinas del quinto izquierda llegó a su domicilio y encontró en su interior el cadáver de su compañera de piso.

De 42 años y nacionalidad rusa, la víctima, identificada como E. E., yacía ya sin vida tras haber recibido numerosas heridas de arma blanca en la vivienda en la que residió al menos durante el último año y medio junto a dos compatriotas que, como ella, ejercían la prostitución.

La policía, que trata de esclarecer lo ocurrido en este inmueble la noche de Reyes, mantiene abiertas "absolutamente todas" las hipótesis ante un homicidio especialmente "complicado" cuyas diligencias coordina el Juzgado de Instrucción número 4 de Almería, según apuntaron fuentes de la investigación.

Debido a esta complejidad, los agentes de la Policía Científica y de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violencia (UDEV) pusieron especial énfasis en la inspección ocular de la vivienda, que se practicó de forma "minuciosa y con mucho detalle". Tras un extenso reconocimiento, los agentes abandonaron el edificio transcurridas 24 horas del hallazgo del cadáver, provistos de dos cajas de cartón que contenían todas las pruebas recogidas en el lugar del crimen.

Testimonios confusos

Los testimonios de los vecinos de la víctima no contribuyeron a arrojar excesiva luz sobre lo ocurrido, puesto que lo único que les perturbó durante la madrugada fue el sonido del llanto de una mujer. "Escuchamos a una muchacha llorando, como si estuviera en medio de una pelea y ya nada más hasta que llegó la policía", explicó una pareja afincada en el inmueble, una angosta edificación sin ascensor y con diez viviendas distribuidas en cinco plantas, la última de ellas de la víctima.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Ésta trabajaba junto a sus compañeras de piso en un club de alterne del Poniente almeriense. "Las venían a recoger por la noche y no volvían hasta la mañana siguiente", afirmaron los vecinos, quienes no apreciaron un trasiego especial de gente en la vivienda de la mujer de 42 años fallecida.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_