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Muere una joven tiroteada por su pareja en 2006

La Junta quiere ahora acusar al agresor de asesinato

Carmen Romero, la chica de 16 años que la noche del 12 de septiembre de 2006 fue tiroteada por su ex novio a las puertas del centro tutelar de menores de la Junta de Andalucía donde ella residía en Rute (Córdoba), falleció el domingo. Como consecuencia de las heridas infligidas por su agresor, que le disparó tres veces con una escopeta de caza, la chica quedó parapléjica y con graves daños en un riñón.

En el momento de su muerte, Romero estaba a punto de cumplir 19 años. Su ex pareja, Manuel García, que hoy tiene 29 años, se encuentra en prisión a la espera de juicio. Tras disparar a la chica, llamó a la Guardia Civil y se autoinculpó. No tenía antecedentes por maltrato.

Hasta ahora, García estaba acusado de homicidio en grado de tentativa. Pero su situación podría cambiar tras la defunción de la chica, ya que las acusaciones particulares estudian modificar la calificación actual por la de asesinato. Así lo anunció ayer la delegada del Gobierno andaluz en Córdoba, Isabel Ambrosio, quien recordó que los servicios jurídicos de la Junta se han personado como acusación particular al tratarse de un caso de violencia machista.

La menor quedó parapléjica y con graves daños en uno de sus riñones

Por su parte, José Antonio Capilla y Carmen Santiago, los abogados de la familia de la joven, también han anunciado que van a cambiar la acusación de homicidio en grado de tentativa por la de asesinato. Capilla espera que la Audiencia de Córdoba no tenga problema en reconocer que la muerte de Romero es consecuencia directa de sus heridas por arma de fuego. Además, una vez que concluya el caso, estudian seguir trabajando para que se considere a la Administración autonómica como responsable civil subsidiaria.

A lo largo de los últimos años, los abogados han luchado infructuosamente para que la Junta fuese declarada responsable, ya que tenía la tutela de la menor. Aun así, ningún empleado del centro ha sido acusado de ninguna negligencia en relación al caso, reconoce el propio José Antonio Capilla.

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Carmen Romero no tuvo una vida fácil. Debido a múltiples problemas familiares, la Junta terminó retirando la custodia a sus padres, que estaban separados. En la noche del 12 de septiembre de 2006, Carmen regresaba en compañía de unas amigas al centro de menores de Rute donde estaba internada. Acababan de cenar y habían dado un paseo por el pueblo, dentro del horario de salidas permitido.

Según el relato que se hizo entonces de los hechos, Manuel García, que había sido su pareja hasta hacía poco, la esperaba a las puertas del centro. Portaba una escopeta de caza. Le disparó tres veces, alcanzándole en un muslo y en el abdomen. Fue este segundo impacto el más grave, pues el proyectil, además de dañar seriamente un riñón, le ocasionó lesiones en una vértebra y en la médula espinal. Romero quedó paralizada de cintura para abajo.

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