_
_
_
_
_
Entrevista:TERESA ÁLVAREZ | Ex concejal de Disciplina Urbanística de Córdoba

"Nadie ha hecho nada contra las parcelaciones ilegales"

Manuel Planelles

Teresa Álvarez (Córdoba, 1936) fue concejal del Ayuntamiento de Córdoba por los pelos. Antes de las elecciones de 1983, Julio Anguita (IU) le pidió que fuera en las listas de su formación. Álvarez, que no militaba en ningún partido (ahora está dentro de Izquierda Unida), aceptó. Pero pidió a Anguita que la colocara en un puesto "de relleno".

Anguita puso a Álvarez en el número 17 de la lista. Y el Partido Comunista logró 17 concejales. Luego a Teresa Álvarez, según cuenta, le "toco bailar con la más fea". Fue la encargada de Disciplina Urbanística entre 1983 y 1986. Su principal problema: las parcelaciones ilegales que se multiplicaban a las afueras de Córdoba.

Pregunta. ¿Qué se encuentra al llegar al área de Disciplina Urbanística?

"Llegó un momento en el que se dejaron de tramitar las sanciones y paralizaciones"
"La culpa la tienen el Ayuntamiento, la Junta y todos los partidos políticos"

Respuesta. A principios de los años ochenta se había hecho ya un estudio sobre parcelaciones. Fue cuando se redactó el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Se detectan 29 parcelaciones ilegales en la sierra [hoy se estima que hay 40]. Eran parcelaciones de 40 viviendas, algunas consolidadas desde los años sesenta. Pero eran ilegales. En la campiña no había casi nada y menos aún en Medina Azahara. Lo que sí había era algunas barriadas completamente ilegales. Pero se trataba de infraviviendas que luego se legalizaron. ¡Esas sí que estaban en estado insalubre! Y eran primeras residencias con nada de lujo. Lo primero que hizo el Ayuntamiento fue dotarlas de luz, agua y caminos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

P. ¿Y qué se hizo con las casas ilegales de la sierra?

R. Se hizo un seguimiento exhaustivo para no permitir construir más. Y se consigue controlarlas y paralizarlas entre el 1983 y el 1987.

P. ¿No se construyó allí ninguna casa más?

R. Al menos, las que se empezaron a construir se paralizaron.

P. ¿Qué tipo de viviendas eran las que había en la sierra y las que se pretendían construir?

R. Chalés. Eran segundas residencias. Y en Las Pitas también son de segunda residencia, viven en Córdoba y la tienen para irse los fines de semana. Ellos tienen todo el derecho a hacerlo, pero no ilegalmente.

P. ¿Y qué pasa a partir de 1987?

R. En mayo del 1987 eran las elecciones y Herminio Trigo se presentaba a alcalde. Quiso aparecer como una persona tolerante. Me quita de Disciplina Urbanística. Un día fui, antes de las elecciones de 1987, a mi antiguo despacho. Allí había dos montones de expedientes de un metro de altura. Es decir, que llegaban los partes de la Policía Municipal, los funcionarios abrían los expedientes y se los llevaban al concejal, pero no se firmaban ni se tramitaban. Se dejaron de tramitar las sanciones y paralizaciones.

P. ¿La política de mano dura contra los parcelistas se ha recuperado en los siguientes gobiernos municipales?

R. Nunca, nunca. Con ningún partido político.

P. ¿Por qué cree que se permitió la proliferación de parcelistas?

R. Porque los políticos cada día más van a la política por beneficio propio. La política se ha convertido en profesión y negocio. En la primera reunión del Partido Comunista antes de las elecciones de 1979 para hacer las listas de concejales nadie quería ir, nadie. Ahora te dan tortas para quitarte de en medio y ser concejal.

P. ¿Sólo el Ayuntamiento es responsable de la proliferación de parcelaciones?

R. No, yo creo que el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía. La Ley dice que si el Ayuntamiento no cumple con su obligación de aplicar las normas correctamente la Junta es la que tutela. El Ayuntamiento es el primer responsable, porque es el que tiene que aplicar las leyes municipales. Pero si el Ayuntamiento no lo hace, ahí está la Junta. ¿Grupos políticos? Los tres tienen culpa. Porque tanto los alcaldes de IU como del PP no han hecho nada para frenar las parcelaciones. Y el PSOE tampoco porque en cierto modo ha estado gobernando con Rosa Aguilar y llevando, en concreto, el área de Urbanismo.

P. ¿Pero no han hecho nada simplemente por ganar votos?

R. Sí, totalmente. Yo diría todavía más: creo que no les interesa esta ciudad... Pero no toda la culpa es de los políticos. Ojo, también es culpa de los ciudadanos. Primero de los que construyen ilegalmente. Y, segundo, ¿dónde están todos esos vecinos que han visto construir ilegalmente y se han callado?

P. ¿Hay solución para el problema de Las Pitas?

R. Lo primero que creo que hay que hacer es paralizar todas las construcciones nuevas. La policía tiene que estar allí perpetuamente. La Junta dice que hay que sacar a los parcelistas de allí y darles otra casa. Y la gente de la calle dice que se les está premiando, pero yo creo que es lo que hay que hacer. El Ayuntamiento dice que la Junta sólo hace dos o tres años que abrió el perímetro de protección de Medina Azahara. Muy bien, es cierto, pero aquello era suelo no urbanizable antes y las casas ya eran ilegales. Solución yo no veo otra que sacarlos de allí. Quizás, se podría diferenciar entre las personas que tengan la casa de primera residencia y segunda residencia. Y eso lo tiene que hacer la Junta y el Ayuntamiento, porque los dos son culpables. Y nos tiene que costar el dinero a los cordobeses también porque somos culpables. Aquí todos somos culpables. Y, en el resto de parcelaciones que no influyen en Medina Azahara, mano dura para que no crezcan más.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_