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Nochebuena en defensa del empleo

Trabajadores de Holcim y Frioconfit acampan junto a las empresas jiennenses para evitar su cierre

Ginés Donaire

La crisis económica va a hacer que estas Navidades sean especialmente amargas para miles de personas que han perdido su empleo en los últimos meses. Y dolorosas van a ser también para los trabajadores de dos empresas jiennenses: los 120 de la cementera Holcim, de Torredonjimeno, y los 23 de Frioconfit, de Baeza. Esta última es una empresa de bollería industrial cuya plantilla está compuesta mayoritariamente por discapacitados.

Todos ellos van a pasar la Nochebuena acampados frente a sus empresas para intentar salvar sus empleos ante el anunciado cierre patronal. En realidad, se trata de una lucha iniciada hace varias semanas y que ni siquiera va a tener tregua en estas fiestas navideñas.

Frioconfit, SL, perteneciente al grupo Oreo, anunció hace un mes el cierre patronal de esta empresa, que en los últimos años se ha beneficiado de importantes subvenciones públicas debido a que buena parte de su plantilla son discapacitados de un centro especial de empleo. La dirección presentó inicialmente un expediente de extinción de contratos para 13 discapacitados. Sin embargo, poco después se escudó en la huelga de los trabajadores para decretar su cierre, una medida que la Consejería de Empleo ha denunciado ante la Fiscalía por entender que se trata de un cierre "no justificado".

Desde entonces, los trabajadores se encuentran acampados frente a la fábrica, durmiendo incluso a la intemperie, para presionar a la empresa a que reconsidere su decisión. "Queremos que la empresa se venda a otro empresario para que se mantenga la actividad industrial, no vamos a consentir el cierre", decía ayer, tajante, la delegada de Personal, Ana María López. Los trabajadores, respaldados por el sindicato CC OO, protagonizaron ayer una manifestación y una concentración ante la Subdelegación del Gobierno de Jaén.

Mientras, los trabajadores de Holcim, en Torredonjimeno, están acampados desde el pasado viernes frente a la fábrica. A la protesta inicial de los 40 empleados eventuales pertenecientes a las subcontratas -a los que la empresa ha comunicado su despido a partir del día 31- se han unido en las últimas horas el resto de la plantilla y familiares y miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT). Todos ellos intentan, así, presionar para evitar el cierre de una industria que lleva medio siglo instalada en Torredonjimeno.

Aunque la dirección propone al personal indefinido un plan de prejubilaciones y traslados a otros centros del grupo en Andalucía, la plantilla exige a la cementera -también beneficiada de ayudas públicas para la modernización de sus instalaciones- que se abra a otros socios y ceda sus instalaciones para poder garantizar la actividad industrial, paralizada desde el lunes.

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