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Reportaje:

Nuevas armas para salvar los pecios

Una empresa gaditana experimenta herramientas de protección subacuática

Hay nuevas armas para combatir a los expoliadores de los yacimientos que permanecen bajo el agua. Y tienen forma tecnológica. Una empresa gaditana, Aula 3, ha creado los prototipos de dos nuevos sistemas que permitirán proteger los restos arqueológicos subacuáticos. Uno de ellos consiste en tapar los pecios con unas redes de algas que poseen unos filamentos que permiten enviar mensajes a móviles en caso de manipulación. El otro es un programa informático capaz de detectar por sí solo si un barco fondeado cerca de alguna pieza de valor está realizando alguna actividad prohibida.

Las novedades tecnológicas están siendo revisadas desde el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y el Centro de Arqueología Subacuática de Andalucía (CAS). Este organismo ya fue pionero en imponer figuras legales, las zonas arqueológicas y de servidumbre arqueológica, para mejorar la protección de los yacimientos subacuáticos sobre el papel. Pero su directora, Carmen García Rivera, es consciente de que se necesita más. "Es una protección activa y avanzada", defiende.

La empresa Aula 3, salida de la Universidad de Cádiz y con incentivos de la Consejería de Innovación, está probando, en colaboración con el CAS, las nuevas redes que se van a instalar a modo de ensayo en San Fernando (Cádiz), concretamente en el pecio de las Morenas, donde están los restos atribuidos a un barco francés que combatió en la batalla de Trafalgar. El objetivo primordial es preservarlo de la mano perversa del hombre.

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