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Entrevista:JUAN MAR | Exalcalde de Castril y gerente de la Fundación José Saramago

"El PP ha querido un minuto de gloria a costa de José Saramago"

Castril era un pueblo desconocido hasta que el socialista Juan Mar (Castril, 1965) llegó a la alcaldía. Su relación con Pilar del Río y José Saramago abrió muchas puertas a un municipio con pocas posibilidades, situado en una de las zonas más deprimidas de España. Tras nueve años de gestión, en las pasadas elecciones perdió la mayoría tras un pacto entre PP, IU y dos grupos ecologistas. Poco han tardado en empezar a derribar el gran proyecto de Juan Mar, la Fundación Centro José Saramago, a la que la Diputación de Granada ha acusado de haber financiado el banquete de boda del premio Nobel portugués. Una supuesta factura de 9.000 euros ha acabado con todo el trabajo de años. En la actualidad, el hombre que levantó el prestigio cultural de Castril apenas sale de su casa, intimidado por los insultos de algunos vecinos del municipio.

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Pregunta. ¿Pagó el Centro José Saramago el banquete?

Respuesta. Fue una boda sorpresa. Ellos se habían casado 20 años antes en Lisboa y quisieron celebrarlo en Castril, tener ese recuerdo hacia la madre de Pilar, que había fallecido poco antes. Lo hicieron el mismo día que se presentó la cátedra José Saramago de la Universidad de Granada, que ofreció un cóctel para los que asistieron a aquel acto, no para la boda. Puedo asegurar que no existe ninguna factura en el Centro José Saramago de ningún banquete ni nada parecido. Si José Torrente [diputado provincial del PP] enseña algo así será falsa, porque no existe.

P. ¿Recibieron dinero Saramago o su esposa por toda la promoción de Castril?

R. Jamás. Cuando iban a Madrid se pagaban los billetes de sus bolsillos para hacer algún acto en el pueblo. Puedo decir sin duda que les ha costado dinero.

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P. ¿Cree que el PP quiere dinamitar el centro?

R. Es una cuestión personal. José Torrente es un político de la zona, que pensó que el tema podría tener filón y le haría salir en los medios. Hizo chistes, se burló de la boda, ridiculizó a Pilar y a José. Tendría que haberse informado, haber llamado a Pilar, pero quiso un minuto de gloria a costa del premio Nobel y resultó desagradable y ofensivo.

P. ¿Cómo reaccionó la familia de Saramago?

R. Con tristeza. Ha sido muy injusto. Lo que Saramago y Pilar han hecho por Castril es impresionante. El centro ha servido como un gran motor de desarrollo. Se ha formado a mujeres para trabajar para la ley de dependencia, se ha recuperado la industria del vidrio, se ha dado trabajo a mucha gente, se han celebrado actividades culturales de primer nivel con personajes como Miguel Ríos, Paco Ibáñez, Marisa Paredes o Luis Pastor, que vinieron a Castril sin cobrar por su amistad con José. Somos un pueblo de 2.500 habitantes que no podría haber tenido acceso a eso de ninguna manera. Pero hay personas sin escrúpulos dispuestos a ensuciar el prestigio personal de un hombre bueno y generoso a cambio de unos minutos en los medios de comunicación.

P. En la actualidad, ¿sigue siendo el gerente de la fundación?

R. Hasta que no me destituyan del cargo. Pero no he podido entrar a las oficinas. Al día siguiente de las elecciones alguien le dio una patada a la puerta y cambió la cerradura. No he podido ni recoger mis cosas. De todos modos, hoy el centro es la sede de la banda de música y del coro rociero local. El centro organizaba cada verano el festival 7 soles 7 lunas, que reunía artistas de 40 países. Este año ese festival ha sido sustituido por un concierto de El Koala.

P. ¿Y cuál es la opinión en el pueblo?

R. Hay quienes no están contentos, pero han permanecido en silencio. Eso es algo que ha dolido mucho a la familia de Saramago. El silencio de los que podían aclarar todo y no lo han hecho. Por ejemplo el silencio de la Universidad de Granada, que organizó aquél cóctel. Es inexplicable que no haya aclarado el asunto.

P. Parece que Saramago no contaba con muchas simpatías entre los políticos. Ni tan siquiera entre los de su propio partido. ¿Por qué se acabó el festival?

R. Porque el delegado de Cultura de la Junta, Pedro Benzal, dio una rueda de prensa comprometiéndose a aportar 30.000 euros. El festival se celebró pero el dinero nunca llegó. Eso fue la ruina del festival. Aún hay facturas pendientes.

P. ¿Por qué esa actitud hacia una figura como la de Saramago?

R. No lo sé, pero José me dijo que me fuera de Castril, que la envidia es algo insuperable y que no me lo iban a perdonar nunca, que todos boicoteaban los diferentes proyectos para que no me pudiera poner medallas. Pero a mí me gusta mi pueblo y creo que hay gente que merece la pena. Un pueblo pequeño tiene derecho a tener unas actividades culturales de primer nivel. Por eso hemos luchado.

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