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Pacto contra el tomate marroquí

Cuatro comunidades piden a la UE que no amplíe el cupo de importaciones

Las comunidades autónomas de Andalucía, Murcia, Canarias y Valencia firmaron ayer una declaración en contra de algunos aspectos de la política agrícola que se negocian en la renovación de la asociación entre la Unión Europea y Marruecos. Las cuatro comunidades producen casi el 90% del tomate fresco en España y prácticamente el 100% de las exportaciones y los representantes de sus cuatro gobiernos suscribieron ayer en Almería una declaración -por invitación del consejero andaluz, Martín Soler- "en defensa" del sector español del tomate fresco.

El escrito se trasladará al Ministerio del Medio Rural y Marino, al de Industria y al de Asuntos Exteriores, así como a la Comisión Europea para que "sea tenido en cuenta" en las negociaciones bilaterales con Marruecos.

El texto exige "reciprocidad" en las condiciones sociales y sanitarias
"No aceptamos que se perjudique al principal país productor de la UE"

De momento, estas negociaciones se encuentran bloqueadas, después de que la Comisión Europea no aceptara las pretensiones del país norteafricano, que propuso establecer cupos trimestrales y sin fijar precios mínimos de entrada. Los representantes de las cuatro comunidades autónomas que se reunieron ayer en Almería pidieron con contundencia que no se acuerden "ulteriores concesiones respecto al acuerdo actual con Marruecos".

Para los consejeros firmantes de la Declaración en defensa del sector español productor y exportador de tomate fresco, el vigente acuerdo -que se aplica desde marzo de 2010-, ofrece un "status muy ventajoso" a Marruecos, con un contingente de 233.000 toneladas en cupos fijos mensuales de octubre a mayo y un precio de entrada "reducido".

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En el texto firmado ayer se pide que "en ningún caso" no se permita a Marruecos que los contingentes se distribuyan por trimestres, que se unifique el método de establecimiento del precio de entrada, que se coordinen los controles aduaneros de los puntos principales de entrada de tomate marroquí en la UE y que exista una "reciprocidad" en lo relativo a las condiciones fitosanitarias, sociales y ambientales en las producciones marroquíes. "Siendo por tanto como somos los primeros en producción y en exportación no nos parece admisible, no estamos de acuerdo, no aceptamos que se ponga en marcha un acuerdo que perjudique los intereses del principal país productor de la Unión Europea", afirmó el consejero andaluz de Agricultura, Martín Soler.

Su homólogo murciano, Antonio Cerdá, tildó de hipócrita la política agraria comunitaria. "Digo hipócrita y quiero que quede resaltado porque nosotros nos autoexigimos mucho y, sin embargo, a los productos que vienen de fuera no se les exige nada", aseguró Cerdá. En la misma línea se manifestó la consejera Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de Canarias, Pilar Merino: "No debería autorizarse la importación de ningún producto de ningún país extracomunitario que utilice sustancias activas que no estén permitidas por la Unión Europea".

La declaración firmada en Almería incluye que "debería facilitarse" a las comunidades autónomas "el acceso a los datos de volúmenes de importación y de precios registrados en las aduanas de la UE". También pide que se realicen "estudios prospectivos" sobre el potencial productivo marroquí y sobre la necesidad de diversificación productiva y de cooperación entre ambas orillas del Mediterráneo.

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