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Reportaje:

Papeleo que impide examinarse

La burocracia no permite a una saharaui hacer la selectividad

Aziza Mohamed Salem Did cumplirá en noviembre 19 años. En el verano de 2003 llegó a Arcos de la Frontera (Cádiz) para pasar dos meses con una familia de acogida. El programa Vacaciones en Paz finalizó en agosto, pero Aziza no regresó a su país de origen. Varios problemas de salud y la recomendación del médico que la trataba le permitieron permanecer en el municipio.

Desde hace tres años aguarda a que le expidan el pasaporte. En este tiempo ha cursado, sin documentación, hasta el último curso de bachiller. Ahora aspira a aprobar la selectividad, pero el tiempo no juega a su favor. Sin papeles no podrá obtener el título académico que le abre las puertas de la universidad.

Aziza está empadronada en Arcos desde 2005. Un año antes, su hermana de acogida, Mercedes Yesa, de 40 años, envió toda la documentación que le requirió la Delegación Saharaui para Andalucía con el fin de conseguir un pasaporte que debe expedir Argelia, ya que la República Árabe Saharaui no es un estado reconocido. Meses después, la delegación con sede en Sevilla certificaba en un documento escrito que el pasaporte estaba "en proceso de tramitación". Desde entonces, "nada se sabe de los papeles", dice resignada Mercedes.

La falta de documentación no ha impedido que Aziza fuera escolarizada. Se matriculó en el IES Guadalpeña en 3º de ESO, penúltimo curso de la enseñanza obligatoria. Aunque la chica reconoce que el idioma "fue una barrera", sus calificaciones fueron mejorando con el paso de los años. De hecho, esta subsahariana con acento serrano superó la mayoría de las asignaturas de los cuatro cursos con sobresalientes.

Empiezan los problemas

Pero el pasado marzo llegaron al centro educativo las matriculaciones de selectividad, y ahí empezaron los problemas para esta joven. Sin pasaporte no obtendría el título académico, indispensable para acceder a una carrera universitaria. El plazo expiraba el 31 de mayo y no hubo noticias de la tramitación del documento.

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En ese lapso de tiempo, la joven también escribió dos cartas al Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, quien, de inmediato, respondió a los escritos: "Sabemos por otros casos que el tiempo de espera de la expedición del pasaporte por parte de las autoridades argelinas estaría en torno al año y medio o dos años". Han pasado tres, y el pasaporte no llega.

La próxima convocatoria de selectividad es en septiembre. La chica debe superar un único suspenso en químicas. A la espera de que llegue o no su documentación, las administraciones dicen conocer ahora la complicada situación.

El delegado de Educación, Manuel Brenes, reconoce que en estos años de escolarización no obligatoria "no se ha pedido documentación". "En el mes de marzo, con el papeleo de la selectividad, se supo el problema. He pedido un informe a la inspección y creemos que podemos solventar el escollo académico con el documento de grupo que trajo Aziza con la asociación saharaui", un papel que dista mucho de un pasaporte oficial argelino.

Eduardo González, director general de Acceso y Orientación de la Universidad de Cádiz, explica que la institución académica "nunca va a poner impedimento siempre que la chica tenga el título de bachiller español. Si la consejería da una respuesta, hará la selectividad sin problemas".

Aziza está en lista de espera en el hospital de Jerez para una intervención quirúrgica en la que le van a extirpar varios fibroadenomas de sus mamas. Mientras, sigue con éxito un tratamiento para estabilizar su hipotiroidismo. No pierde la esperanza de seguir estudiando en España. "Mi ilusión es tener el pasaporte, ir a ver a mi madre y estudiar alguna titulación relacionada con la salud", sueña.

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