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Reportaje:

Paso oficial de la mezquita de Sevilla

El Ayuntamiento cede un terreno en los Bermejales a la Comunidad Islámica para que construyan un centro de culto

La Comunidad Islámica Andaluza ya tiene el visto bueno oficial para poner la primera piedra de la mezquita en Sevilla. El acuerdo que firmó el lunes el Ayuntamiento de la capital andaluza con representantes de la Comunidad Islámica frena en seco las aspiraciones de los vecinos del barrio sevillano de los Bermejales, lugar en dónde se construirá la mezquita, que llevan protestando contra el proyecto durante los dos últimos años.

Tras la cesión del suelo, firmada por el delegado municipal de Urbanismo, Emilio Carrillo, el presidente de la Comunidad Islámica de España, Malik Abderramán Ruiz, y el presidente de la Fundación Mezquita de Sevilla, Juan Antonio Jiménez, el proyecto ve la luz y se prevé que a finales del mes de agosto se celebre la ceremonia para orientar el muro de la Quibla de la mezquita en dirección a la Meca. "Es un acto similar al de poner la primera piedra aunque la diferencia con otras construcciones es que se utiliza una brújula para conocer las coordenadas. En la ceremonia esperamos que estén, entre otras autoridades, representantes del Gobierno de Marruecos", explica el presidente de la fundación que se muestra muy contento porque después de dos años de negociaciones han conseguido un sitio "digno" para ir a rezar.

Jiménez aclara que en el espacio cedido de 6.000 metros cuadrados y adjudicado para los próximos 75 años, no sólo se va a construir la mezquita. "Vamos a construir una parte pública que serán jardines. Otra parte será cultural y estará reservada a la biblioteca y a las salas de reuniones. Y por otro lado, la mezquita podrá albergar a 700 personas, más o menos igual que la que se levantó en el barrio de El Albaicín de Granada". El presidente añade que el sevillano Enrique Barba será el arquitecto que diseñe el centro religioso y que "probablemente la empresa que construyó la mezquita de El Albaicín de Granada sea la que realice el proyecto".

Precisamente el sultán bin Mohammad al-Quasimi, el mismo emir de Sharjah (Emiratos Árabes Unidos) que financió la mezquita de Granada, inaugurada en julio de 2003, ha hecho posible el proyecto de Sevilla. Aunque Jiménez señala que deben de conseguir más dinero. La mezquita de Granada retrasó su inauguración por falta de financiación varios años. Los representantes islámicos se están poniendo estos días en contacto con gobiernos de diferentes países y con particulares.

En Sevilla, Jiménez calcula que hay alrededor de 6.000 musulmanes que se reúnen en seis locales para rezar. "El dinero que dio el emir fue pecata minuta. Porque esto va a costar entre tres y cinco millones de euros. Y a nadie le debería de extrañar que se pida ayuda a diferentes gobiernos, porque por ejemplo, aquí en Sevilla oficialmente se da tres millones de euros anuales a la iglesia católica y no creo que sea un problema".

Los que seguramente no van a participar del proyecto de financiación son los vecinos de los Bermejales que llevan protagonizadas numerosas protestas. Manifestaciones que parece que van a continuar pese a la firma de la cesión del terreno. La presidenta de la asociación de vecinos Bermejales 2000, Concepción Rivas, declara que no se va a rendir y anuncia reuniones durante esta semana "para ver qué pasos vamos a dar".

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De momento, algún particular ha querido dejar plasmada su disconformidad matando un cerdo el pasado miércoles en la parcela donde se va a construir el templo. El cerdo es un animal impuro para los musulmanes y el consumo de su carne prohibido por la religión. El lugar de la futura mezquita se eligió, según Jiménez, "porque está alejado de las casas y porque no molestará a nadie. Dónde va a estar la mezquita no hay nada".

Para Rivas, las manifestaciones vecinales no son racistas y se realizan porque "no entendemos porqué el ayuntamiento no cede ese terreno para que se construyan edificios públicos que puedan ser utilizados por todos los vecinos del barrio". Y añade, "estamos en contra de que el acuerdo se haya firmado en secreto el lunes. Nos parece mal que el alcalde de Sevilla [Alfredo Sánchez Monteseirín]

no se haya reunido con nosotros para escucharnos, lo hemos solicitado varias veces en los últimos meses". Rivas señala que "ha habido mucho oscurantismo en este acuerdo". Para Jiménez, los vecinos "tienen que abrir su mente" y aunque acepta que después de los atentados del 11-M y "con todo lo que ha llovido", la gente pueda estar más nerviosa, pide comprensión porque "la ignorancia es oscuridad y el conocimiento luz".

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