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Reportaje:

Puente entre Tucson y Córdoba

Howe Gelb presenta su disco 'Alegrías', donde colabora Raimundo Amador

El tórrido calor del verano de Córdoba le resulta agradable a Howe Gelb. El músico estadounidense se siente como en casa, le recuerda a su Tucson natal, en Arizona. A Gelb le gusta la luz, la gente y la música de la ciudad andaluza. Resultado de su particular puente aéreo entre Tucson y Córdoba, el líder de la banda Giant Sand presentó el pasado miércoles en la Posada del Potro su disco Alegrías, que cuenta con la colaboración de Raimundo Amador y de un nutrido grupo de músicos gitanos, la band of gypsies que anuncia la portada del álbum. La producción corre a cargo del propio Howe Gelb y Fernando Vacas, productor de Russian Red y cantante del grupo cordobés Flow.

"Fernando es un maestro organizando el caos. Se conduce perfectamente en ese desorden. Y es capaz de capturar la esencia para reconducirla y poder compartirla con todos en, por ejemplo, un disco", explica Gelb mirando a Vacas, quien habla con Raimundo Amador y más miembros del equipo que ha parido Alegrías. Han quedado todos para comer en el restaurante El Astronauta, después de pasar la noche casi en blanco, disfrutando de la fiesta que siguió a la presentación de su LP. Una velada que terminó en la casa del productor cordobés. Allí fue donde, entre encuentros y conciertos hogareños, fue tomando forma la idea de juntar a Howe Gelb y a la band of gypsies para algo más que jam sessions hogareñas.

"La creación de este disco ha sido un caos muy cómodo y feliz"

La reunión de los músicos en el restaurante es desorganizada y divertida. Todos hablan con todos. Gelb se mantiene algo más distante, protegido del barullo por su escaso castellano. Pero sonríe y entiende. También a Raimundo, que le habla en un perfecto andaluz como si conociese a Gelb desde niños y éste se hubiese criado en Sevilla. Pero entre los dos se comunican a la perfección sin decirse una palabra, sólo con la música de sus guitarras. "A mí me llamó Fernando para que viniese a colaborar. No conocía a Gelb, pero cuando nos vimos, nos sentamos y empezamos a tocar", explica Amador. Al ex Pata Negra le sorprendió la voz profunda de Gelb, que le recordó a Leonard Cohen, y su forma de tocar la guitarra. "En cuanto empezamos, todo salió de una manera muy natural", continúa el guitarrista.

"El proceso de creación de este disco ha sido un caos muy cómodo y feliz", reconoce el estadounidense. No ha habido planes, ni sesudos preparativos. Los músicos se lo pasaban en grande improvisando, mientras los productores y técnicos se esmeraban en que, de todo aquello, saliese un producto redondo.

Para que los músicos andaluces entendiesen sus orígenes, el americano se los llevó a todos de visita a la desértica Arizona. Y si el artista de Tucson paseó por Córdoba sin sentirse extranjero, a los gitanos que visitaron Estados Unidos les pasó lo mismo. Juan Fernández, Panky, fue uno de ellos: "El calor fue lo primero que me llamó la atención. Igual que el de aquí", explica. A Panky le encantaron los garitos en los que les metía Gelb. Antros de música country pura y dura. "Música de raíz, música auténtica", recuerda el guitarrista. Y Juan Fernández sabe lo que dice cuando habla de música de raíz. Señala la portada del disco en vinilo -ocupada por el cuadro Alegrías, pintado por Julio Romero de Torres en 1917- y dice: "¿Sabes quién es este guitarrista que está aquí en el lado? Mi bisabuelo, Manuel Mendoza, El Manoli".

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Los músicos van sentándose a la mesa. Se hace tarde y a Gelb le espera seguir viaje. Pero Raimundo Amador tiene otros planes: "Howe, vente a Sevilla, que sé que hay una fiesta muy chula".

Los músicos Raimundo Amador (izquierda) y Howe Gelb, esta semana en Córdoba<b><i>.</b></i>
Los músicos Raimundo Amador (izquierda) y Howe Gelb, esta semana en Córdoba.F. J. VARGAS

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