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El Reino Unido presiona para evitar los derribos en Almería

Un secretario de Estado advierte sobre daños al turismo

"Estoy aquí porque espero que ninguna vivienda sea derribada". El secretario de Estado del Reino Unido para Europa, Chris Bryant, dejó ayer así de clara la postura de su país sobre la encrucijada legal en la que se encuentran muchos de sus conciudadanos con casas en propiedad en Almanzora. En Albox, epicentro de este enquistado litigio, el representante del Gobierno británico exhibió músculo ante sus compatriotas con un mensaje tan populista en clave interna como extravagante en las relaciones entre ambos estados. Si se derriba una sola casa habrá consecuencias, la imagen de España se resentirá y, con ella, lo harán las inversiones y la afluencia de turistas que, en el caso de los británicos, ya cayó un 36% el pasado año, sostuvo Bryant ante los propietarios de viviendas sobre las que pende la orden de derribo por irregularidades administrativas varias y graves.

"Si la reputación de España se daña por esto, su economía no crecerá"

"Si la reputación de España queda amenazada con este asunto, creo que su economía no crecerá tras la crisis", auguró Bryant frente a las ocho familias que recibieron en diciembre la orden firme de derribo de sus propiedades. Todas ellas fueron construidas en suelos no urbanizables con licencia concedida, con el rechazo de la Junta de Andalucía, por la anterior corporación, encabezada por Francisco Granero (PP).

"Es una vergüenza que alguien pierda su casa cuando lo ha hecho todo legalmente", espetó el representante del gobierno laborista quien, acompañado en su visita por el embajador en España y el cónsul, abogó por indultar las al menos 5.000 casas fuera de ordenación. "No creo que los ayuntamientos tengan dinero para compensar a los afectados, por lo que sería más fácil una especie de amnistía", recomendó antes de matizar. "El Gobierno británico no le puede decir al español lo que tiene que hacer, pero sé que éste quiere resolver el problema por justicia y por reputación". Una reputación cada día más maltrecha. "Todo esto se ve muy negativamente. Es algo que no se comprende en otros países". Tampoco parece entenderlo el actual alcalde de Albox, José García (PSOE), que siempre ha sido reacio a demoler estas construcciones. "Estoy convencido de que podemos buscar soluciones que den tranquilidad a estas familias y que, a poder ser, reactiven el sector inmobiliario", casi imploró tras reunirse con el secretario de Estado británico.

Bryant completó su jornada en Málaga, donde abordó la cuestión con el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, y con el consejero de Vivienda, Juan Espadas. Junto a ellos anunció que los consulados británicos de Málaga y Alicante contarán desde abril con expertos en legislación que asesorarán a sus ciudadanos para evitar precisamente casos como el de las viviendas de Albox, informa Efe.

Vivienda se comprometió a analizar las posibles soluciones con los propietarios. "Queremos una solución rápida y que no sea casa por casa. No hay más alternativa que cambiar la ley o conceder una amnistía", dijo Maura Hillen, presidenta de la asociación que aglutina a los británicos afectados. Entre ellos, John Burns quien, tras recibir en su casa a la delegación británica, mira a su futuro con renovada esperanza. "Con todos los problemas que afectan a España, no puede meter la pata con algo así", zanjó este ex constructor inglés.

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