Respiro temporal en Barbate

Los 325 empleados municipales del Ayuntamiento de Barbate regresan hoy al trabajo. Entre ellos, los del servicio de limpieza, cuya protesta ha dejado 180 toneladas de basura acumuladas en el municipio, la consecuencia más visible de una huelga que se ha prolongado durante tres días y que, de momento, no ha sido suficiente para que los trabajadores consigan su objetivo: cobrar las nóminas que la Administración local les adeuda desde junio.

El alcalde barbateño, Rafael Quirós, del PSOE, volvió ayer a reunirse con los representantes de la plantilla para explicarles sus esfuerzos por reunir el dinero necesario para pagar, al menos, la parte del salario del mes de junio que aún no han cobrado. Pero los empleados están cansados de retrasos y ya no les vale con estos intentos. Reconocen la voluntad de Quirós, que mes tras mes se enfrenta a las mismas dificultades debido a la situación de crisis del Consistorio. Pero no les basta. "Si no puede resolverlo, que venga otro y lo haga. No sabemos si otro alcalde lo conseguiría, pero desde luego éste no lo ha logrado. Y eso que nosotros también hemos puesto de nuestra parte, hemos aceptado reducciones de personal sin ningún traumatismo", comenta José Ramón Torres, portavoz de UGT en el Ayuntamiento.

180 toneladas de basura se han acumulado en las calles por la huelga

A partir de las ocho de la mañana, la plantilla municipal se reunirá en asamblea para hacer balance del impacto de las tres jornadas de huelga. De este encuentro se prevé que también salgan propuestas para nuevas acciones reivindicativas, porque el objetivo del cobro sigue pendiente.

En el balance, los trabajadores deberán incluir la postura de sus vecinos, que en general han mostrado su apoyo a las protestas, y la de los visitantes, impactados por la imagen de la localidad durante estos días. Comerciantes y asociaciones vecinales han alertado de las consecuencias que esta huelga puede tener para el turismo en el futuro, aunque ningún colectivo quiere acusar de la situación directamente a los trabajadores.

"Los turistas vienen con la idea de que van a pasar unos días entre un parque natural y unas playas vírgenes, y se encuentran con montones de basura acumulada en los contenedores y malos olores", sostiene Ernesto Carmona, de la asociación de vecinos Cabo de Trafalgar, en Caños de Meca.

También se queja Gaspar Castro, presidente de los comerciantes de la pedanía de Zahara de los Atunes: "Habría que buscar la manera de que estas protestas no afectaran a la imagen de Barbate. Más en plena temporada, y con lo que dependemos del turismo". La postura que en estos días han llevado a cabo los comerciantes de Zahara de los Atunes apuesta por esconder el problema: los comercios y restaurantes de la pedanía han depositado la basura en un punto fuera del pueblo para que los montones de desperdicios fueran menos visibles para los turistas y clientes de la localidad.

Desde hoy podrán volver a dejar las bolsas en los contenedores habituales porque, de momento, la huelga se suspende. Aunque el problema sigue vivo y las reivindicaciones de los trabajadores municipales en plena temporada turística dependen de que se encuentre una solución a su situación.