Rosa Aguilar hace campaña en Córdoba a favor del PSOE

La ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, que gobernó el Ayuntamiento de Córdoba durante 10 años bajo las siglas de IU, acudió ayer a esta ciudad para apoyar en un acto de campaña al candidato del PSOE, Juan Pablo Durán. Y, aunque ya había avisado de que lo haría, el morbo era inevitable. Ver a quien se había enfrentado con los socialistas, a veces a cara de perro, sonreír frente al cartel electoral de quienes fueron sus rivales y pedir el voto a su favor, era una imagen que muchos habrían dado por imposible hace unos años. Pero Aguilar despejó todas las dudas. Tras reconocer el respeto y amistad que le une al alcalde y candidato de IU, Andrés Ocaña, zanjó la cuestión: "Estoy convencida de que el mejor alcalde para que Córdoba gane es Juan Pablo Durán".

"Estoy convencida de que el mejor alcalde para que la ciudad gane es Durán"

Así pues, a pesar de que Aguilar abandonase por sorpresa el Ayuntamiento en abril de 2009 como fichaje estrella del entonces recién nombrado presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y de que repitiese jugada un año y medio después para asumir la cartera de Medio Ambiente en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, a la exalcaldesa le quedaba una asignatura pendiente. Todavía tenía que pasar por una última prueba: un acto para pedir el apoyo a Durán. Ayer el ciclo se cerró definitivamente para ella, al menos en lo más íntimo, y se abre un nuevo capítulo.

De todas maneras, el distanciamiento que la actual ministra había puesto con sus antiguos compañeros de partido, era conocido por todos. A Aguilar se le había calificado siempre como "un verso suelto" dentro de IU. Las grescas con la dirección eran constantes. Y sus amenazas de que podía abandonar la coalición eran, al final, directas. Llegó a admitir incluso que había votado al PSOE para el Senado en las últimas elecciones generales de 2008. Y ese mismo año reconoció que había abandonado el PCE en 2003, cuando terminaba su primera legislatura como alcaldesa.

A pesar de ello, tampoco fueron infrecuentes los choques con los socialistas. Pero estos agrios debates fueron algo que, en el momento en el que Aguilar dijo el sí quiero a Griñán, se les olvidaron a los dirigentes del PSOE local. Al menos, oficialmente. De puertas adentro, más de uno abrió los ojos asombrado al conocer su paso al Gobierno socialista. Pero fueron disciplinados y aceptaron los hechos consumados.

Alguna de aquellas caras de sorpresa respondían a la política urbanística que había seguido la alcaldesa con respecto a, por ejemplo, la solución a los 40.000 metros cuadrados de naves ilegales que Rafael Gómez Sandokán levantó cerca de Medina Azahara. Aquel episodio enfrentó duramente al PSOE y a la Junta con la primera edil. El tema urbanístico lo ha aprovechado el PP para plantearle una pregunta en el Congreso sobre si cumplió con la normativa urbanística y de medio ambiente en su etapa de alcaldesa. "Lo lógico y normal es que el PP explique a la ciudadanía cordobesa por qué ahora, en campaña electoral, formula esa pregunta", respondió ayer la ministra.

Sobre su posible militancia o no en el PSOE, Aguilar volvió a usar sus clásicos circunloquios. "Me siento una más y los compañeros son tan cariñosos y respetuosos que no me han planteado nada". Aguilar dijo que trabaja "como cualquier militante del PSOE", por lo que aseguró que "a veces no hace falta tener un carné para tener un compromiso". Fue mucho más tajante al negar unos rumores que circulan desde hace meses: la posibilidad de que en un futuro pudiese convertirse en la sustituta de Griñán. Aguilar descartó que pueda presentarse como candidata a la Junta: "Es mejor no dar pábulo, ni hacer rodar la bola de los disparates".