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Salud ultima nuevas medidas para contener el gasto farmacéutico

La Junta planea adjudicar por concurso los genéricos que se prescriben

La Consejería de Salud busca nuevas vías de ahorro del gasto farmacéutico y algunas de las opciones que baraja mantienen en alerta al sector. Ambas partes llevan semanas negociando cambios en las condiciones de venta de algunos medicamentos en las farmacias. El pasado 28 de octubre, el SAS envió al Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos una propuesta que los profesionales consideran "inasumible", según fuentes del sector, que critican la "voracidad recaudatoria" de Salud. La Consejería, por su parte, asegura que esa propuesta corresponde a ideas que se han barajado, pero insiste en que no hay nada concretado.

Las propuestas presentadas por el SAS tienen tres patas fundamentales. La primera consiste en sacar a concurso público los principios activos más vendidos. Salud adjudicaría el servicio al laboratorio que haga la oferta más barata (siempre inferior al precio máximo fijado por el Ministerio de Sanidad) y, a partir de ese momento, las farmacias estarán obligadas a dispensar ese genérico o esa marca cuando se trate de prescripciones médicas. Las farmacias tendrán que vender el fármaco "al precio que, formalmente, haya comunicado el SAS al Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos", señala la propuesta de Salud, que añade que este precio será el que resulte de restar al importe máximo establecido por el Ministerio de Sanidad el descuento ofertado por el laboratorio que resulte adjudicatario en el concurso público y de sumarle los márgenes establecidas por ley para la venta, distribución e IVA.

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Fuentes del sector farmacéutico advierten de que esta propuesta es de "dudosa legalidad" y puede suponer una invasión por parte del Gobierno andaluz en las competencias del Estado, al que le corresponde fijar el precio de los medicamentos. En la patronal de la industria farmacéutica, Farmaindustria, preocupa también que el SAS siga adelante con esta propuesta, aunque esperarán a que la Junta concrete la idea para hacer un pronunciamiento público.La propuesta del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para contener el gasto farmacéutico lleva días acaparando la atención del sector, que la compara a la medida recientemente aprobada por el Parlamento gallego para realizar su propio catálogo de medicamentos financiados por la sanidad pública.

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En el caso andaluz, no se restringiría el número de fármacos financiados, pero sí que se obligaría a vender solo la marca más barata de cada principio activo. Ninguna de las dos ideas han gustado en el Ministerio de Sanidad, cuyo secretario general, José Martínez Olmos, aseguró el miércoles en el Senado que el Gobierno "no va a permitir decisiones desde las comunidades autónomas que generen inequidades".

Fuentes del sector farmacéutico se mostraron ayer dispuestos a negociar la medida con el SAS, pero insistieron en que necesitan "tiempo" para estudiar su legalidad. Por su parte, un portavoz de Salud restó importancia a esta propuesta por considerarla "una idea" abierta a debate. Otras fuentes señalaron que, a la vista de las reticencias que ha generado en el sector y, sobre todo, en la industria y el Ministerio, la Consejería baraja dar marcha atrás.

El segundo punto de conflicto en las negociaciones es el precio de los pañales de incontinencia. Aquí es donde las posturas de ambas partes han chocado frontalmente lo que, según Salud, mantienen en suspenso el resto de medidas.

Desde el año 2002, el SAS tiene un descuento del 20% en el precio de los pañales que prescriben sus médicos y se venden en las farmacias. Pero en julio de este año entró en vigor un real decreto ley que fija un descuento igual (del 20%) para todo el Estado.

El sector entiende que esta medida sustituye y anula a la anterior y muchas comunidades autónomas también lo han entendido así y han retirado sus descuentos. Otras, han optado por reducirlo. Mientras, el SAS considera que el descuento estatal se suma al autonómico: es decir que las farmacias deben facturar los pañales de incontinencia al 40% de su coste real.

En agosto, el primer mes con la medida en vigor, los farmacéuticos facturaron al SAS contando solo el descuento nacional y Salud lo abonó así. Pero en septiembre, mientras los farmacéuticos volvieron a facturar con un único descuento del 20%, la Junta sólo ha pagado el importe que resultaría de descontar el 40%.

Según el sector, esto reduce a poco más de un euro el margen bruto de beneficio de las farmacias por cada paquete de pañales, una situación que el sector considera "inasumible" y "discriminatoria" respecto a otras comunidades.

En la propuesta global de modificaciones del convenio enviada el pasado 28 de octubre, Salud ofrece rebajar su descuento al 12%, aunque las facturaciones entre septiembre y diciembre se tendrían que hacer al 14% para recuperar lo perdido en agosto. El sector, por su parte, pretende que las farmacias con más facturación asuman un descuento mayor, mientras que las que facturen menos tengan un descuento inferior.

Ante la falta de acuerdo, el SAS remitió una carta el pasado miércoles al Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos en la que da por rotas las conversaciones. Salud entiende que la negativa de las farmacias a asumir el doble descuento "supone la imposibilidad de avanzar" en la negociación.

La batería de medidas barajadas por el SAS incluye también cambiar las condiciones de dispensación de las tiras reactivas (como las que utilizan los diabéticos para autoanalizar su nivel de glucosa) y los denominados productos dietoterápicos (alimentos dietéticos para uso médico). Ahí, la propuesta de Salud deja en el aire la dispensación de estos productos en las farmacias.

Asimismo, Salud propone llevar a las farmacias la factura sombra que ya funciona en los hospitales: cuando se dispensen medicamentos o productos sanitarios cofinanciados por la administración, el boticario deberá entregar al usuario un recibo en el que se detalla el coste real del fármaco y lo que Salud asume.

El próximo lunes, el comité ejecutivo del Colegio andaluz de Farmacéuticos se reunirá para estudiar la situación y decidir qué medidas adopta en el futuro.

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