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Terremoto urbanístico en Granada

La Fiscalía denuncia al ex gerente de Urbanismo por prevaricación y cohecho

Un terremoto ha sacudido esta semana el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada. Las sospechas de graves irregularidades sonaban con cierta frecuencia, pero la Fiscalía acaba de poner nombre y apellidos a las ondas sísmicas que han conmocionado la ciudad por su extrema gravedad.

El consistorio, de manera sorprendente, ha intentado frenar la onda expansiva con gruesos ataques al fiscal, en vez de conservar la cautela y esperar a la posterior decisión del juez.

El origen de la denuncia es otra realizada por un promotor enemigo

La Fiscalía ha denunciado al ex gerente de Urbanismo, Manuel Lorente; al jefe de servicio de Gestión Urbanística, Emilio Martín Herrera, y al promotor José Julián Romero, por presuntos delitos de prevaricación y cohecho. El decreto del fiscal se centra en tres actuaciones urbanísticas pero apunta a seis operaciones presuntamente irregulares de gran envergadura, como la ciudad deportiva Granada 92 o el centro comercial Neptuno. Todo nace de la relación de amistad entre Romero y Lorente, una amistad espinosa y muy poco conveniente entre uno de los principales constructores de la ciudad y el anterior número dos del urbanismo granadino durante varias legislaturas, hasta que dimitió hace sólo un mes, aunque permanece como funcionario.

El origen es cuando menos peculiar. El ex socio y enemigo público de Romero, Carlos Marsá, presidente del equipo de fútbol Granada 74, contrató un equipo de detectives para que siguiera al empresario y al gerente en su viaje conjunto al Mundial de Baloncesto en Japón en 2006. El año pasado Marsá trasladó el peliagudo informe de los detectives a la Fiscalía, y ésta comenzó una investigación que demostró que los 6.919 euros que costó el viaje fueron abonados por Romero y Lorente olvidó devolverle su parte de la supuesta dádiva. Sólo una vez iniciadas las diligencias del fiscal, el promotor devolvió 4.654 euros al ex gerente. "Resulta francamente extraño y desafortunado que sea el empresario y promotor urbanístico quien se ocupe de la contratación de un viaje conjunto con el Gerente de Urbanismo, pese a las funciones de control y del natural conflicto de intereses que puede surgir entre ambos", subraya el fiscal Alejandro Roldán.

El Ministerio Público establece que las operaciones de una de las promotoras de Romero, JJ Consulting, fueron presuntamente beneficiadas "de manera reiterada" por parte de cargos municipales. Lorente informó "favorablemente" a las pretensiones del promotor en situaciones "que pugnaban con lo pactado previamente y con la propia legalidad urbanística".

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Las irregularidades denunciadas afectan a tres complejos. El más grave es el del edificio Penta. Romero ofreció presuntamente unos terrenos que no son suyos en un convenio con el Ayuntamiento. El edificio obtuvo dos plantas de más y tras devolver Urbanismo un aval de 416.246 euros al promotor, finalmente la gerencia propuso una compensación de 182.000 euros. Dicha compensación fue recurrida por los afectados y ha generado un pleito contra el Ayuntamiento de 13 millones de euros.

La promoción Los Cármenes, cuyos pisos presentaban 10 centímetros menos de lo recogido en el proyecto, y que Lorente informó favorablemente el estudio de detalle y su aprobación definitiva. A pesar de que en mayo la constructora fue multada con 794.579 euros, la sanción fue reducida finalmente a 596.069 euros y está aún sin abonar medio año después.

Finalmente, Romero como promotor del Edificio Europa 4 estaba obligado a realizar en la calle obras de infraestructuras y urbanización y a no vender las viviendas a precio superior al fijado por el Ayuntamiento. Sin embargo, Lorente informó a favor de las licencias a pesar de reconocer que el promotor no había cumplido sus compromisos.

Tan sorprendente como el rocambolesco inicio de la investigación ha sido la reacción del Ayuntamiento. La edil de Urbanismo, Isabel Nieto, ridiculizó la denuncia y no dejó títere con cabeza en el Ministerio Público: "Son verdades a medias y todo es erróneo. La denuncia es apresurada y mezcla unos temas con otros. No se ha hecho una investigación, sino que se ha dado crédito a la denuncia de un señor. Precipitada y sin investigación", resumió. La severa censura del fiscal superó incluso a la férrea defensa de sus funcionarios. "No ha examinado los expedientes en su totalidad y la denuncia está hecha a raíz de una denuncia parcial e interesada" (en referencia a la de Marsá).

Mientras que la oposición municipal mostró su perplejidad por las duras críticas de Nieto, el alcalde, José Torres Hurtado, asemejó la investigación a una "especie de auditoría" generada por el presidente del Granada 74 y motivada por su odio hacia Romero. Tras el revuelo político, la instrucción corresponde al Juzgado de Instrucción 4 de Granada.

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