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Títeres sin complejos

La feria de Sevilla celebra su 30º cumpleaños con 20 espectáculos de ocho países

Margot Molina

Para conseguir público las pocas compañías sevillanas que participaron en 1981 en la primera edición de la Feria Internacional del Títere de Sevilla se disfrazaron e hicieron un pasacalles por la ciudad. La idea parece que dio sus frutos y en estos últimos 29 años han pasado por la cita, la más antigua que organiza el área de Cultura del Ayuntamiento, casi 580.000 personas.

La Feria del Títere de Sevilla, la pionera de cuantas existen en España, celebrará su 30ª edición desde el próximo 30 de abril hasta el 9 de mayo. Los títeres en todas sus formas -guante, sombras, varillas, hilo o animación de objetos- tomarán seis salas de la ciudad para este género no es sólo para niños. "En estas tres décadas hemos conseguido acabar con ese prejuicio de pensar que los títeres son para el público infantil. Actualmente se está haciendo un trabajo experimental, de innovación y búsqueda de nueva propuestas que tal vez sea más importante que el que se realiza en el teatro", explicó ayer Guadalupe Tempestini, directora de la feria desde su segunda edición en 1982.

La cita, que todos los años ronda el 90% de ocupación, comenzará el viernes con cuatro espectáculos. En el Teatro Alameda la Compañía Stephen Mottram's Animata (Gran Bretaña) pondrá en escena Huevo de pájaro, en la que Mottram, un virtuoso de las marionetas de hilo, presenta un trabajo para los más pequeños. En la misma jornada estrenará la Compañía Desguace Teatro (Sevilla) La elefanta gris, en la sala Cero. La Shakespeare Women Company (Portugal) presentará en el centro TNT una de las apuestas más atrevidas del programa: La tempestad (en un vaso de agua), una adaptación de la obra de Shakespeare capaz de cautivar al público con objetos cotidianos. Y también el día de la inauguración podrá verse en la sala Fli -que se suma por primera vez a la feria- La casa del abuelo, de Rosa Díaz, un montaje de La Rous (Granada) para adultos premiado en el Fetén de Gijón el pasado año. El Centro de las Artes de Sevilla (CAS) se suma a la cita con la exposición Marionetas de Mali que reúne más de un centenar de tallas de madera del país africano. Otra muestra, en el centro cívico Casa de las Sirenas, reunirá las marionetas que durante estos 30 años han manejado 12 compañías sevillanas, muchas de ellas nacidas al calor del festival.

"Mantener la calidad ha sido siempre nuestro objetivo y hacerlo con el presupuesto que tenemos -casi 109.000 euros- es posible gracias a que cuando vienen compañías extranjeras compartimos gastos con otras ferias del resto del país", asegura Tempestini.

El programa incluye un estreno muy especial: El último pirata que pondrá en escena Títeres Caracartón en la sala Cero (6 al 9 de mayo). Se trata de la primera obra que el dramaturgo Alfonso Zurro escribe para niños. Los italianos de Teatro Gioco Vita y el Don Juan. Memoria amarga de mí, de la compañía catalana Pelmànec, destacan entre los 20 espectáculos de ocho países que podrán verse en Sevilla en esta cita tan especial.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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