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"Todo lo que declaré es mentira"

Los acusados del robo de la droga en la comisaría culpan ahora a un ex mando

Javier Martín-Arroyo

"Todo lo que declaré en su día es mentira. Lo hice porque detuvieron a mi mujer que es claustrofóbica y la escuchaba llorar continuamente en el calabozo de al lado". El cambio de estrategia del ex policía Lars Sepúlveda y su amigo Manuel Alonso, imputados por el robo de 154 kilos de droga de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, fue ayer radical. Ambos desmintieron ante la juez las confesiones del pasado septiembre, cuando relataron la supuesta elaboración de los paquetes para dar el cambiazo. Ayer la estrategia fue otra: acusaron al ex jefe de la Udyco (Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado) de orquestar el inaudito robo para intercambiar la droga con narcos.

"Me pidió si podía hacer paquetes simulando droga para un agente encubierto por una operación del grupo II en enero de 2008", relató ayer Sepúlveda sobre la supuesta orden que le había dado el ex jefe de la lucha antidroga. Ayer ambos amigos alegaron que desconocían el destino final de los 170 paquetes, elaborados por Alonso y su pareja según las pruebas de ADN recogidas en los paquetes. Los dos relataron que hicieron los paquetes con talco y azúcar sin recibir nada a cambio, uno por lealtad a su amigo y el ex agente "a cambio de que le echaran un cable si alguna vez tenía un marrón".

Los dos amigos están en prisión preventiva y llegaron esposados al Juzgado 19 de Instrucción. Antes de entrar a declarar dijeron a los periodistas: "Somos dos cabezas de turco".

Sin embargo, el pasado septiembre Alonso había detallado a la juez: "Elaboré los paquetes a petición de Lars y a cambio de 15.000 euros". Su amigo Sepúlveda había añadido en su declaración inicial: "Lolo me pidió si le podía meter dentro de la Jefatura para introducir los paquetes falsos, lo monté en el coche y le metí en los garajes de Jefatura (...) Luego me puse nervioso y le llamé por teléfono para que saliera".

El robo del corazón de la Jefatura supuso que la unidad de Asuntos Internos investigó durante 15 meses hasta que por fin el pasado otoño detuvo a Sepúlveda y Alonso, y a sus respectivas parejas. A continuación, resultaron imputados tres mandos policiales por encubrimiento, entre ellos el ex jefe de la Udyco que está acusado asimismo de favorecer al clan de narcotraficantes de los Barriga. De ahí las acusaciones de ayer contra el ex mando policial. "Este hombre es un mafioso por las innumerables veces que le ha investigado Asuntos Internos y nunca le ha pasado nada", le acusó ayer Sepúlveda.

Sin embargo, el ex jefe superior de la policía en Andalucía Occidental, difiere. Enrique Álvarez Riestra envió a la juez Ana Escribano 18 minutas y notas informativas aportadas por el ex jefe de la Udyco con los seguimientos y pruebas contra Sepúlveda y Alonso. Además, la defensa del mando pedirá a la juez autorización para querellarse por calumnias contra los imputados. Según el último relato de los imputados, el ex jefe de la Udyco recogió supuestamente los falsos paquetes en un quiosco enfrente de la Jefatura un mediodía de enero de 2008.

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Tras los testimonios de ayer, la juez hará una inspección ocular de los calabozos para intentar cuadrar el rompecabezas de un caso que ha provocado la liberación de supuestos narcos, con siete imputados y sólo unos 700.000 euros intervenidos. Ni rastro de la droga robada.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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