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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La UGR y la tercera modernización

Ahora resulta que Andalucía está embarcada en el ilusionante proyecto de la tercera modernización. Y a él se ha sumado la Universidad de Granada (UGR) con su excelentísimo rector al frente, David Aguilar. La UGR y la Junta de Andalucía están llevando a cabo la denominada Revolución del portátil, consistente en que los alumnos nos podemos comprar un ordenador y pagarlo una vez finalizada la carrera. Desde luego, no está nada mal (si no fuera por el insoportable proceso burocrático que hay que seguir). Pero uno podría pensar que, como tantas veces, están construyendo la casa por el tejado. Un rector y una Consejería de Innovación a los que tanto se les llena la boca con las excelencias de la Universidad andaluza y, más en concreto, de la granadina, deberían avergonzarse del estado en el que están las aulas de informática de las distintas facultades y centros de la UGR. En muchos casos no pueden ni abrir porque no hay personal para ello y, en los casos en los que están abiertas, como en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología, el estado de los ordenadores es bochornoso: más de 10 años después todavía tienen el Windows 95 como sistema operativo, buena parte de ellos no funcionan y los que lo hacen tienen instalado un software completamente obsoleto; además las disqueteras están estropeadas, los lectores de CD simplemente no leen, la instalación de USB brilla por su ausencia y por no funcionar, no funcionan ni los ratones.

Éstas son las "excelencias" de la universidad que tan magníficamente dirige David Aguilar y la "modernidad" andaluza de Manuel Chaves (no se sabe si la primera, la segunda o la tercera).

Llegará el día en que alguno de nuestros ilustres dirigentes se entere de que lo más importante de la universidad son los alumnos y la enseñanza que se les oferta, y para que ésta sea de calidad son necesarias instalaciones que estén a la altura de un país verdaderamente moderno. Manuel Chaves y David Aguilar son dos insignes representantes de la socialdemocracia andaluza que al final van a acabar haciendo verdadero aquello de que la socialdemocracia es "el arte de cambiarlo todo para que todo siga igual", con sus publicitadas "revoluciones" y sus falsas modernizaciones.

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