Viera dice en la reunión del grupo que no dimitirá como líder del PSOE de Sevilla

Por segunda vez en la reunión del grupo parlamentario socialista previa a la sesión plenaria, el secretario general del PSOE de Sevilla, diputado y senador por la comunidad autónoma, José Antonio Viera, defendió ayer con uñas y dientes su gestión al frente de la Consejería de Empleo desde 2000 a 2004.

Viera explicó ante sus compañeros del grupo la decisión adoptada el día anterior por la ejecutiva provincial que lidera de pedir la baja en el partido de tres militantes de la agrupación socialista de Camas (Sevilla) al figurar presuntamente como beneficiarios de una póliza de prejubilación irregular.

En una reunión celebrada hace 15 días, Viera también tuvo una contundente intervención para defender la inclusión de su cuñado en un ERE en la empresa Cuerotex, en la que había trabajado durante 42 años.

Según explicaron varios de los asistentes a la reunión, el líder de los socialistas sevillanos dijo tener la conciencia muy tranquila por su gestión como consejero de Empleo y defendió todas sus actuaciones. También aseguró que no iba a dimitir y que su "contrato" con el PSOE de Sevilla acaba en julio de 2012, fecha en la que debe celebrarse el congreso provincial ordinario. Según estas fuentes, Viera subrayó que durante su etapa en la consejería tuvo a su cargo a 12 centros directivos, todos con la misma autonomía y con las mismas directrices de actuación y que solo uno, el que dirigía Javier Guerrero al frente de la Dirección General de Trabajo, burló estas directrices.

Esta es la misma tesis que ha mantenido el Gobierno desde que Guerrero dijera a la policía judicial que disponía de un "fondo de reptiles" para ayudar a empresas, afirmación de la que luego se retractó.

Viera defendió ante los diputados socialistas la actuación del PSOE de Sevilla al dar de baja a los militantes implicados en el presunto fraude en los ERE y pidió la acción implacable de la justicia ante estos casos.

Antes que Viera, intervino el portavoz del grupo socialista, Mario Jiménez, quien defendió categórico la actuación del Gobierno y del PSOE de denunciar ante los tribunales cualquier irregularidad. Jiménez pidió a los diputados que no toleraran que el PP presente a los miembros del PSOE como delincuentes. El portavoz pidió a los 55 diputados socialistas que permanecieran en sus escaños durante los dos días de pleno.