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La agricultura andaluza, en alerta

La cuenca del Guadalquivir sólo dispone de 300 hectómetros cúbicos, una cuarta parte del agua necesaria para el riego agrícola

La agricultura andaluza se enfrenta a un año negro si no cambia sustancialmente la situación hídrica en las próximas semanas. La cuenca del Guadalquivir, que concentra 765.000 de las 900.000 hectáreas de regadío de la comunidad, sólo dispone de una dotación de agua para el riego de 300 hectómetros cúbicos, lo que supone una cuarta parte de un año normal y menos de la mitad de la cantidad asignada la anterior campaña. Con este escenario, todos los cultivos están amenazados, aunque las mayores urgencias las tienen los llamados cultivos de invierno (muy especialmente el tomate), aunque otros, como el algodón, el espárrago o el olivar empezarán a tener problemas muy pronto. Las organizaciones agrarias han pedido una reasignación de recursos entre los distintos sistemas de regulación y que se dé prioridad a los cultivos sociales. La comisión de desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), celebrada el pasado miércoles, ha venido a confirmar los malos presagios que ya se temían los agricultores andaluces.

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